La nueva responsable de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias de Cataluña, Dolors Bassa, inició esta semana la ronda de contactos con sindicatos y patronales con el objetivo de “presentar las líneas de actuación del departamento”, según un comunicado de la Generalitat. Fueron encuentros de marcado perfil institucional. Con todo, la consejera consiguió mantener la tensión entre organizaciones empresariales que marcó la política de su predecesor en el cargo, Felip Puig.
Bassa señaló en su primera ronda a tres patronales como interlocutores de la Generalitat: Foment del Treball, Pimec y Cecot. La patronal de Terrassa es muy cercana a CDC y su presidente, Antoni Abad, era uno de los empresarios próximos a Artur Mas y con influencia sobre el propio Puig. El partido del nuevo presidente, Carles Puigdemont, cedió el control del ámbito de las relaciones laborales a ERC, pero ello no ha afectado a Cecot para mantener su buena relación institucional.
Bassa mantiene el veto a Fepime
Este gesto de la consejera no ha sentado demasiado bien en algunos sectores de Foment el Treball, la casa madre de la organización egarense. No ha molestado la buena entrada de Abad con Bassa --de hecho, las fuentes consultadas apuntan que ni siquiera tendrá repercusión en la comisión en la que se debate sobre la expulsión de Cecot por sus ansias expansionistas más allá de Terrassa--. Lo que ha mosqueado es que la Generalitat pasara de nuevo de su patronal de pymes, Fepime, en la primera ronda de contactos institucionales.
La organización presidida por María Helena de Felipe no ha sido llamada por el departamento, lo que constituye un desaire. Por ello, la guerra patronal con la Generalitat por la representatividad en Cataluña seguirá su curso en los tribunales.
Batalla en los tribunales
El entorno del presidente de Foment, Joaquim Gay de Montellá, espera mantener el diálogo que inició con el equipo de Puig para solucionar los errores de bulto que aseguran que mantiene el decreto inicial para reorganizar el reparto de poder entre organizaciones (Foment, Pimec y Fepime) en los debates en materia laboral.
El documento está impugnado y suspendido de forma cautelar hasta que se resuelva el recurso que la patronal de grandes empresas presentó en los tribunales.
De forma paralela, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) deberá resolver si se obró mal en conceder la condición de patronal representativa a Fepime por silencio administrativo. Lo decidirá la misma sala que se la concedió en primera instancia, por lo que no se esperan sorpresas en este sentido.
Junts pel Sí y su pulso con Foment
Fuentes de la consejería señalan que Bassa y su equipo acaban de aterrizar, por lo que señalan que aún es pronto para saber cómo encajará las distintas sensibilidades que existen en este ámbito. El espíritu de Junts pel Sí es algo distinto.
Desde la confluencia de CDC y ERC consideran que no hay margen para un cambio en las relaciones con las patronales que se mantuvieron en la última etapa del Gobierno de Artur Mas. Consideran que la oposición de Foment al procés es una distancia que no se puede salvar y que, sin apartarla del camino, es mejor abrir otras vías para relacionarse con los empresarios.