La batalla de la comisión por el uso de los cajeros en España no ha durado ni un año. La abrió Caixabank el pasado marzo al anunciar que empezaba a cobrar dos euros a los clientes ajenos a la entidad y pronto el resto de los grandes nombres del sector anunciaron la comisión en su propia red. El impacto económico de la medida ha sido muy limitado --el Gobierno congeló su aplicación hasta este 1 de enero-- y la batalla ha acabado en suma cero para la banca tradicional. Con todo, ha alcanzado el gran objetivo: complicar la operativa en el país a las entidades on line.
El avance de este sector ponía nervioso a la gran banca, incapaz de competir en rentabilidad y en comisiones porque la clave de su viabilidad está en que el equipo humano es mínimo y no debía hacer frente a los gastos de desplegar una red de cajeros gracias a que usaban los de los demás a un coste bajísimo.
Un informe de la Asociación Española de la Banca (AEB) publicado la semana pasada mostraba cómo la banca on line había multiplicado por más de 55 su beneficio en los últimos años, pasó de los tres millones registrados en septiembre de 2010 a los 169,7 del último trimestre de 2015. Todo ello sin tener en cuenta a los dos nombres con mayor penetración en el sector: ING y EVO Banc. Fuentes del sector indican que la expansión en el último ejercicio se ha frenado y culpan de ello directamente a las comisiones.
Menos de 30 euros por operación
El escenario actual es más complejo. Los servicios ventajosos se han visto empañados por las comisiones en las operaciones de reintegro. La banca era consciente de que la inmensa mayoría de las operaciones de un cajero son para retirar efectivo y el importe medio está por debajo de los 30 euros.
Los hábitos no han cambiado, pero se espera que los clientes terminen por modificarlos y se acostumbren a retirar cantidades más elevadas y, en consecuencia, usen con menos frecuencia los dispensadores. La alternativa, evidentemente, es operar con un banmcpo que tenga su propia red de cajeros. O bien pagar la comisión, que su banco le repercutirá en mayor o menor medida en función de las veces que retire dinero.
Competencia más clara
Para el presidente de Caixabank, Isidro Fainé, la medida ha servido para “dejar las cosas claras” en el mercado. Tras recordar que la idea de crear su red de cajeros se remonta a cuando vieron la frecuencia con que una parte de los clientes sólo iba a la oficina a sacar 10.000 pesetas de la cuenta, ha defendido que el coste de la mecanización del negocio tiene que repercutirse adecuadamente entre los usuarios.
El Banco Sabadell, Bankia y Euro 6.000 pactaron en diciembre que sus clientes podrían usar la red de cajeros sin comisiones. “Toda la movida de ida y vuelta, porque al final ha sido así, para nosotros ha implicado una ventaja competitiva desde el punto de vista comercial”, ha manifestado el consejero delegado de la entidad catalana, Jaume Guardiola.