La suma del valor total de las viviendas que hay en todo el mundo alcanza los 162 billones de dólares (150 billones de euros). Esta cifra representa aproximadamente el doble del PIB mundial y supone el 75% del valor total de las propiedades inmobiliarias a nivel global, según los cálculos del proveedor británico de servicios inmobiliarios globales Savills.
De hecho, si se tiene en cuenta además de las viviendas, el valor de inmuebles comerciales, así como de las tierras agrícolas y forestales, los activos inmobiliarios en todo el mundo sumarían 217 billones de dólares (201 billones de euros), una cifra equivalente a 2,7 veces el PIB mundial.
China concentra una cuarta parte del valor total
Una cuarta parte del valor total de los inmuebles residenciales se concentra en China, que acoge a una quinta parte de la población mundial, mientras que Norteamérica representa un 21% del valor de los inmuebles, a pesar de que sólo representa el 5% de población mundial.
En este sentido, Yolande Barnes, directora de análisis global en Savills, destaca que "para poner esta cifra en contexto, el valor total de todo el oro extraído es de unos 6 billones de dólares (5,5 billones de euros), lo que palidece en comparación con el valor de las propiedades en una proporción de 36 a 1".
Asimismo, la responsable de Savills señala que el valor de los activos inmobiliarios globales "excede en casi un tercio" el valor total agregado de todas las acciones negociaciadas e instrumentos de deuda titulizados, lo que "subraya el importante papel que juega el sector inmobiliario en la economía mundial".
Las tierras agrícolas y forestales, 24 billones
A este respecto, la firma británica advierte de que "en los últimos años, la expansión cuantitativa (QE) y los bajos tipos de interés resultantes han suprimido la tentabilidad de los inmuebles e impulsado altos niveles de apreciación de los activos a nivel global".
Por otro lado, los autores del estudio señalan que este año se incluye por vez primera el valor de las tierras agrícolas y forestales, que asciende a unos 26 billones de dólares (24 billones de euros), de los que alrededor del 30% corresponde a inversiones empresariales o institucionales.