Repsol se ha desprendido de su negocio de gas canalizado en el norte de España y Extremadura al Grupo EDP y a Gas Extremadura, respectivamente. La petrolera que preside Antoni Brufau ha ingresado un total de 136 millones de euros por esta operación. Una cantidad que se suma a los 652 millones de otra desinversión análoga en septiembre, en un negocio que la compañía considera no estratégico.
La venta, sujeta a la obtención de las correspondientes autorizaciones administrativas, generará una plusvalía después de impuestos de 76 millones de euros para Repsol. La petrolera ya traspasó en septiembre a Gas Natural Distribución y a Redexis parte de sus activos en gas canalizado. La suma de las dos operaciones de desinversión supone un total de 788 millones de euros, así como una plusvalía total de 431 millones después de impuestos.
Plan de desinversiones
Con estas dos ventas, Repsol conserva una cartera de instalaciones de gas canalizado con capacidad de suministro para 42.000 clientes, concentrados en la Comunidad de Madrid.
La petrolera se propone obtener 6.200 millones de euros por desinversiones en activos no estratégicos durante el periodo 2016-2020. En septiembre ya salió del accionariado de CLH, con lo cual obtuvo otros 325 millones.