Lidl quiere instalar su principal centro logístico en el sur de Europa en Cataluña, pero los planes se pueden quedar en nada por el bloqueo del equipo de gobierno de Ripollet (Barcelona). La confluencia de izquierdas Decidim Ripollet --COP-Compromís Ripollet, Procés Constituent, Podem, Mai més per la Memoria Histórica y el Front d’Alliberament Gai--, liderada por José María Osuna, tiene pendiente aprobar una modificación del plan urbanístico del polígono industrial colindante con Montcada i Reixac desde el pasado mayo, el único freno al proyecto.
La multinacional planteó hace dos años la ampliación del centro logístico del municipio “en el marco de la estrategia de expansión de la empresa en el país”, según fuentes de Lidl. Allí se ubica su sede central en España.
Creación de 1.000 empleos directos
La plataforma resultante alcanzó los 44.000 metros cuadrados de superficie útil en 2013 gracias a una primera inversión de ocho millones de euros. Las obras se quedaron obsoletas de forma rápida debido al crecimiento de la cadena de supermercados de origen alemán.
En el siguiente ejercicio, Lidl movilizó una nueva inyección de capital de 150 millones para construir, directamente, un nuevo recinto adyacente al actual que añadiría 5.500 metros cuadrados de superficie a sus oficinas centrales y otros 15.000 de almacén.
El centro logístico resultante suponía un gran impacto en lo laboral. El grupo estimaba la creación de casi 1.000 empleos directos y más de 400 adicionales que se añadirían a los 800 empleados que actualmente tiene entre Ripollet y Montcada, cifra a los que se suman otros 450 con los inducidos adicionales.
Cambio urbanístico planteado en marzo
La pastilla de terreno en la que se quiere instalar el grupo presenta un problema. Necesita una adecuación urbanística, ya que el edificio proyectado no cumple con los límites del plan general. Los gobiernos municipales de Montcada y Ripollet dieron el visto bueno inicial a la modificación y se puso en marcha la burocracia administrativa.
El Incasòl, la empresa pública de la Generalitat que se dedica a la promoción de terrenos industriales, presentó a instancias de Lidl la modificación puntual del plan general metropolitano al Área Metropolitana de Barcelona (AMB), la única Administración que puede ejecutar la reordenación urbanística en el polígono industrial.
Elecciones municipales
Los trámites avanzaron según lo previsto hasta que llegaron las elecciones municipales de mayo de 2015. El PSC perdió el control de los ayuntamientos de Montcada, cuya alcaldesa saliente estuvo condenada por el caso Mercurio, y el de Ripollet; dos feudos tradicionales de los socialistas que pasaron a manos de confluencias de izquierdas.
Lidl se quedó sin la bendición municipal con el cambio de color político del consistorio.
Búsqueda de otra ubicación
Los portavoces de la cadena de supermercados instan al consistorio de Ripollet a “finalizar los trámites legales de este proyecto sin demoras para empezar las obras cuanto antes”.
Afirman que si el equipo dirigido por Osuna mantiene su bloqueo al proyecto deberán “analizar alternativas que permitan hacer frente al crecimiento sostenido que la empresa genera en los últimos años”.
Otras fuentes conocedoras del proyecto indican que la dirección española de Lidl ya ha empezado a buscar una alternativa de inversión. Cuentan con otras nueve plataformas logísticas en España e incluso está sobre la mesa la posibilidad de llevar el proyecto al sur de Francia. Aún no ha tomado una decisión en firme, pero se espera que llegue pronto por las necesidades de abastecimiento de supermercados.