Hace tiempo que escuchamos como los bancos han vuelto a prestar dinero. Además, según la agencia comunitaria de estadística Eurostat, el valor de la vivienda en España ha aumentado un 4,5 % durante el tercer trimestre de 2015 y las hipotecas para financiar la adquisición son mucho más baratas que en los últimos años. A muchos les suena el escenario y lo comparan con el principio a la burbuja inmobiliaria que estalló en 2008. Entonces, ¿estamos ante una segunda burbuja inmobiliaria? ¿Repetiremos los errores que cometimos hace 8 años? El comparador financiero HelpMyCash.com nos trae las claves para entender el mercado inmobiliario actual.
Sin riesgo a una nueva burbuja, de momento
Desde el comparador señalan que lo más probable es que no nos encontramos ante una nueva burbuja inmobiliaria y que esta no se repetirá ni a corto ni a medio plazo. Así que de momento podemos estar tranquilos porque no hay riesgo de que la economía vuelva a estallar.
La principal razón es que el mercado hipotecario actual es mucho más sano que el que teníamos antes de que llegara la crisis económica. Ya no todo el mundo puede convertirse en propietario y mucho menos, acceder a una hipoteca. Los bancos exigen un mínimo de solvencia, con ahorros e ingresos estables. Tanto entidades como clientes son conscientes de que no se pueden arriesgar a perder su hogar por no poder pagar la hipoteca.
Sin embargo, lo que se conoce como burbuja forma parte de los ciclos de las finanzas, por lo que no se puede negar al 100 % que a largo plazo, cuando nos olvidemos de lo que ocurrió en 2008, nos veamos inmersos en otra.
Se acabaron las hipotecas tóxicas
Los motivos que nos condujeron a la burbuja inmobiliaria y la consecuente crisis económica son varios. Una de los principales factores fue que no existía una barrera de entrada para conseguir una hipoteca. Los intereses estaban por los suelos y la única forma que tenían los bancos de asegurarse muchos ingresos era concediendo muchos préstamos hipotecarios.
Además, se trataba de hipotecas con un riesgo muy alto, ya que la financiación solía ser superior al 100 % del precio de la vivienda y los que accedían a ellas dedicaban más de la mitad de su sueldo a pagarla.
De sobra conocemos las consecuencias. Así que, todos los que quieran una hipoteca ahora deberán aportar ahorros de más del 30 % del valor de la vivienda y nunca destinar más del 30 % de los ingresos mensuales a pagar las cuotas.
Cambio de tendencias
España se caracteriza por ser un país de propietarios, pero después de la crisis económica los contratos de alquiler han ido ganando terreno. Según datos de Arrenta, ya representan el 41,7 % los jóvenes que prefieren vivir de alquiler. Además, las hipotecas que hoy en día nos parecen muy baratas, no lo son tanto como las que se firmaban antes de la crisis.
HelpMyCash.com opina que ahora es un buen momento para comprar, ya que tanto la vivienda como las hipotecas se comercializan a precios bajos.