Pearson, el grupo editorial que el pasado año se desprendió de Financial Times y de su participación en The Economist, ha anunciado que suprimirá 4.000 puestos de trabajo, el equivalente al 10% de su plantilla, y que congelará el dividendo.
La medida va acompañada de una profunda reestructuración de sus actividades. "Nuestro resultado competitivo durante los tres últimos años ha sido fuerte, pero los desafíos cíclicos en nuestros principales mercados han sido más pronunciados y persistentes de lo previsto", admitió el consejero delegado de Pearson, John Fallon.
Reestructuración interna
La empresa tiene el objetivo de simplificar su negocio y reducir sus costes para ganar en eficiencia de cara a aprovechar las oportunidades de crecimiento en los principales mercados en los que opera. Por eso combinará sus líneas de negocio relacionadas con cursos formativos en una única organización productiva, racionalizando e integrando las capacidades de desarrollo de productos.
También racionalizará su cartera de propiedades, así como la renegociación y consolidación de acuerdos como proveedor principal con el fin de mejorar la eficiencia de costes. Las desinversiones de los últimos tres años han procurado unos ingresos de 2.339 millones de euros.
Siempre en beneficios
De este modo, el conjunto de medidas supondrá para la multinacional un coste de unos 416 millones, mientras que confía en lograr un ahorro anualizado de unos 455 millones, 325 este año y el resto en 2017.
El dividendo de dos peniques por acción del año pasado se mantendrá para los próximos ejercicios. Pearson espera alcanzar un beneficio operativo en 2015 de 936 millones, y para este ejercicio espera que se acerque a los 800. Para 2018 espera superar los 1.000 millones de beneficio.