Seat, la marca española integrada en el grupo Volkswagen, se mantiene por el momento inmune a la crisis del diéselgate en cuanto a ventas. La compañía mantiene un perfil bajo en las gestión de la peor crisis que azota a la compañía desde la II Guerra Mundial, pero la producción del primer trimestre del año en la factoría de Martorell (Barcelona), la sede central de la firma, mantiene el dinamismo de finales de 2015.
Fuentes cercanas a la dirección de Seat manifiestan que el calendario que se diseña de cara a los próximos meses incluso estima incrementar las unidades fabricadas, con unos 438.000 coches en todo el año. Destacarían los vehículos de la automovilística española, ya que en el centro catalán también se ensamblan los Q3 de Audi --los sindicatos dan por sentado un cambio en este sentido en los próximos meses: que la producción de ese vehículo se adjudique a otra factoría y llegue a cambio la de la nueva generación del A1--.
Primer impacto de la crisis
Los primeros meses del año son básicos para valorar cómo afectó realmente el diéselgate en la marca, ya que completa el ciclo de fabricación media de las unidades que se vendieron cuándo saltó el escándalo de Volkswagen. Ese es el momento más complejo en la gestión de una crisis como la de la falsificación de las emisiones de óxido de nitrógeno (NOX) --afecta a 11 millones de vehículos en todo el mundo, 8,5 millones de ellos en Europa--, según los expertos consultados.
En un primer momento se especuló con que las ventas de la firma española había caído por encima del 20%. La previsión de producción recorta bastante ese porcentaje aunque la compañía, como es habitual, no publicita la producción prevista en el ejercicio en curso.
Seat anunció en octubre que no renovaría el empleo temporal en Martorell, lo que implicaría la salida de 400 personas. La decisión se tomó como medida preventiva. Las fuentes consultadas de la automovilística indican que, a pesar de que se mantienen las cifras de producción de finales de año, ha languidecido el importante avance de las ventas registrado en 2015.
Sostenibilidad económica
La cúpula de Seat, encabezada desde noviembre por Luca de Meo, mantuvo desde el primer momento que el diéselgate no se llevaría por delante la inversión de 1.100 millones de euros de Volkswagen, con una línea de apoyo pública (la Administración y la empresa estudian desde líneas de crédito blando para financiar el I D a medidas laborales o infraestructuras, entre otros) y la presentación de los cuatro nuevos modelos entre este año y 2017. El primero de ellos, un todocamino compacto (SUV), se conocerá a principios de marzo en el Salón Internacional del Vehículo de Ginebra (Suiza), la gran feria del sector en Europa.
Se empezará a vender tras su puesta de largo y será clave para que la firma española consiga su gran reto: alcanzar la sostenibilidad económica en 2016. El escándalo de la falsificación de las emisiones de Volkswagen tampoco ha modificado un ápice el encargo que tiene la dirección de la automovilística en los últimos años. Este será el ejercicio que deberá cerrar de forma definitiva su historial de números rojos.