Crónica Global ofrece hoy a sus lectores en rigurosa primicia el listado de las 1.424 compañías que han cambiado su sede social de Cataluña a otros lugares de España desde comienzos de 2014 hasta diciembre de 2015.
La relación se basa en datos extraídos del Registro Mercantil. Abarca sociedades todo tipo y tamaño, así como de los más variados sectores de actividad. Este formidable éxodo supone para los últimos 23 meses un promedio diario de dos empresas.
Más de 3.000 millones de facturación
Tal como se puede comprobar en la tabla anexa, las compañías huidas suman una facturación conjunta próxima a los 3.000 millones de euros. Es de subrayar que, de las 1.424 empresas que se han marchado, sólo hemos podido verificar la cifra de ventas de 1.082, por lo que en realidad el volumen de negocio conjunto es muy superior al transcrito.
En la inmensa mayoría de los casos, la mudanza de domicilio social se ha realizado en silencio, sin anuncios ni comunicados públicos, porque en esta clase de operaciones suele primar la discreción más absoluta y se soslaya cualquier alharaca publicitaria.
Impuestos e inestabilidad política
Los entendidos achacan la deserción empresarial a varios factores. De un lado, los altos tipos impositivos imperantes en Cataluña, que han colocado a esta comunidad autónoma entre las que gravan con más dureza el ejercicio de actividades económicas, las transacciones mercantiles o la mera tenencia de bienes.
También contribuye el ambiente político, cada vez más enrarecido, con un Gobierno autonómico lanzado a la independencia y proclamando urbi et orbi que en esta demarcación se cumplen las leyes a beneficio de inventario.
Pocas cosas hay más huidizas que el dinero, pues es pusilánime por naturaleza y aborrece los problemas e incertidumbres. Que el Parlamento catalán propale con declaraciones estrambóticas la inseguridad jurídica no es la mejor carta de presentación para atraer inversiones y retener las que ya están aquí.