El litigio urbanístico que se mantiene desde hace 11 años en el municipio de Val de Ruda (Naut Aran, Vall d’Aran) encara su etapa final. El Ayuntamiento de la localidad y la Generalitat de Cataluña terminan el año con una nueva tramitación ambiental para validar la construcción de la comunidad de vecinos de súperlujo y su principal infraestructura, el telesilla que conecta con las pistas de esquí de Baqueira Beret.
Técnicamente, la Administración ha modificado las normas subsidiarias del planteamiento para la “ordenación de la conexión entre el ámbito UA 2-Ruda y las pistas de esquí mediante un remontador, la concreción de un área de aparcamiento, unos ajustes de cariz urbanístico en algunas subzonas y la reordenación de los espacios libres”, indican fuentes de la Generalitat.
Evitar la demolición del telesilla
El principal objetivo de la consejería de Territorio, encabezada en funciones por Santi Vila, es evitar que el telesilla vaya al suelo. Lo costeó en su día la estación de Baqueira con una inversión cercana a los 10 millones de euros y desde el pasado septiembre es una infraestructura de “utilidad pública e interés social”.
Se justifica que es necesaria para descongestionar el acceso a las pistas de esquí con más caché del país. El problema es que desde 2009 no cuenta con licencia, ya que el Tribunal Superior de Justicia de Catalula (TSJC) la anuló al considerar que a la promoción donde tiene el punto de partida le falta la evaluación del impacto ambiental y que el remolque no cumple, por poco, la distancia obligada con edificios.
Comunidad Port Bonaigua
Concretamente, con la comunidad Port Bonaigua. Los exclusivos vecinos de esta promoción de Núñez y Navarro fueron los que denunciaron que el enlace con la estación pasaba demasiado cerca de sus casas y que dañaba su derecho a la intimidad y a la integridad física.
La primera denuncia consta de 2004 y desde ese momento se han sucedido demandas, recursos y nuevos recursos en el contencioso administrativo de Lleida, el TSJC y el Tribunal Supremo. La batalla judicial aún está viva, pero con la modificación se espera “cumplir con las sentencias del TSJC”, añaden desde el Gobierno catalán.
Seis actuaciones
Se han previsto seis principales actuaciones. La primera de ellas es redefinir los espacios comunitarios para “ampliar los ejes principales y añadir nuevos ejes secundarios en el sentido de la montaña”. Se mantiene uno de los puntos que más polémica generó: “La obligación de construir 1.500 plazas de aparcamiento al servicio de la estación y se determina su emplazamiento en el sótano de una edificación”. El parking ya está construido pero se podría plantear su ampliación, añaden otras fuentes conocedoras del proyecto.
Para incrementar la actividad del municipio, la Administración plantea ampliar los usos permitidos en algunas subzonas como el comercial, recreativo, deportivo, educativo e incluso el religioso. Asimismo, se determinan los espacios que deben ser zonas verdes, se prevé una reserva de espacio para el cable del telesilla y se “califica como sistema viario la superficie del espacio colindante a la estación inferior del remontador”. Además, se mantiene el “aparcamiento de titularidad privada del sótano”.
Una de las urbanizaciones más lujosas
La promoción Val de Ruda es una de las más lujosas del país. Los edificios están perfectamente integrados con la arquitectura de la zona, pero los últimos áticos que se han vendido allí han alcanzado los 700.000 euros. Las casas unifamiliares multiplican esa cantidad.
Su precio salió a la luz en la instrucción del caso Bárcenas, ya que el ex tesorero del PP tiene en propiedad una vivienda en la exclusiva promoción y se acerca a la Vall d’Aran cuando el juez que vigila su libertad provisional se lo permite.
Problema inicial
Es la única construcción de toda Vall d’Aran que permite llegar a pie de pistas de Baqueira desde la puerta de la vivienda sin necesidad de coger el coche. La construyó la sociedad Neu 1.500 SL participada a partes iguales por Teyco y Copisa en el último mandato de Jordi Pujol. El problema original del proyecto, según fuentes del entorno de las pistas de esquí, fue que las prisas por aprobar el proceso antes de las elecciones propiciaron los fallos que han salido a la luz durante los últimos 11 años.
Señalan asimismo otros aspectos que se han criticado por ser poco pulcros, a pesar de que son todos legales. El alcalde de Naut Aran en el momento en el que se autorizó la construcción era Víctor León de Convergència Democràtica Aranesa (CDA), cuyo hermano se quedó con la exclusividad de la venta de la promoción a través de la inmobiliaria que gestionaba en ese momento.
La propuesta de planteamiento urbanístico actual “adapta a las carencias valoradas en las sentencias recaídas sobre la ordenación sobre el ámbito”, añaden desde la Generalitat. Por el momento, los vecinos de Port Bonaigua no la han recurrido.