Mientras España vive una jornada de resaca electoral en el que las quinielas sobre pactos posibles e imposibles marcan la actualidad, Banco Santander ha anunciado a primera hora de la mañana la adquisición de la entidad portuguesa Banco Internacional do Funchal (Banif). La entidad presidida por Patricia Botín ha pagado 150 millones de euros para incrementar en 2,5 puntos la cuota de mercado de la filial lusa Santander Totta, que pasa a ser del 14,5% en créditos y depósitos. Es decir, la segunda entidad privada del país por detrás de BCP-Millenium.
El banco español señala en un comunicado que la operación tiene un impacto inmaterial en el capital del Santander y “ligeramente positivo” en el beneficio desde el primer año. A partir de este lunes, negocios y sucursales de Banif pasarán a formar parte del grupo Santander.
Transferencia de parte del negocio
La operación se ejecuta mediante la transferencia de una parte sustancial, el negocio de banca comercial, de los activos y pasivos de Banif a Santander Totta.
No todos los activos y los pasivos se transmitirán. Los más problemáticos se quedarán en poder de la entidad lusa para su liquidación o venta ordenada, tal y como se ha pactado con el Banco de Portugal, la autoridad que se ha encargado de la resolución.
Madeira y Azores
Banif cuenta con una red de 150 oficinas y 400.000 clientes. Su negocio es especialmente destacable en los archipiélagos de Madeira y Azores, donde cuenta con cuotas de mercado muy elevadas.
Ayuda pública
La Comisión Europa ha bendecido la operación poco después de su anuncio y, lo más importante, ha aprobado una línea de ayudas adicionales de 3.000 millones para la venta. De todos ellos, 2.250 millones servirán par cubrir el déficit de financiación para la resolución de Banif y 422 millones se usarán para transferir los valores deteriorados a un vehículo de gestión de activos. Los 328 restantes serán garantías públicas para hacer frente a los potenciales cambio de valores en la parte vendida al Banco Santander Totta.
“Banif ya ha recibido importantes ayudas de estado, pero no puede ser viable por sí misma”, argumentó la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager. Concretamente, un rescate de 1.100 millones en 2013 que no ha sido suficiente para garantizar la viabilidad de la entidad.
Fin de los problemas de Banif
El Gobierno comunitario mantiene la máxima de que “los bancos no pueden ser mantenidos de manera artificial en los mercados con el dinero de los contribuyentes”, aunque considera que la adquisición del Santander justifica la nueva inyección pública de recursos para poner punto y final a los problemas de Banif.