La tímida subida de los tipos de interés al 0,25% aprobada por la Reserva Federal de Estados Unidos no se reflejará en la Unión Europea. La asimetría de los últimos años a ambas orillas del Atlántico se mantendrá a corto y medio plazo porque las circunstancias --y las políticas-- son distintas.
Mientras la autoridad monetaria norteamericana considera que se debe volver a la normalidad –y el dinero a coste cero no es normal--, el Banco Central Europeo (BCE) acaba de anunciar una ampliación de los programas de compra de deuda a los bonos regionales y locales, y hasta el 2017.
Estímulos tardíos
El BCE se sumó tarde a la política de estímulos, y los efectos de ésta en Europa no acaban de verse. La inflación, que debería estar en torno al 2%, se sitúa en el 0,1% con el riesgo de la deflación siempre presente. Algunos países, como España, están en negativo pese a que la demanda y el consumo mejoran visiblemente.
Por eso, Mario Draghi, el presidente del BCE, mantiene el precio del dinero en el 0,05% y castiga a los bancos que dejan fondos ociosos en el banco central con un -0,3%. La política monetaria que bajo su mandato está desarrollando el BCE no da para más, sobre todo cuando la política fiscal que emana de Bruselas –restrictiva y de contención- la contrarresta.
Macrocifras diferentes
Estados Unidos crece a un ritmo del 2,9% anual, frente al 1,6% de la zona euro. La tasa de paro, el indicador al que continuamente se refiere la presidenta de la Reserva Federal (Fed) para tomar la temperatura de la economía –un síntoma que en Europa no se tiene tan presente- está en el 5%, una tasa cercana al pleno empleo. En la UE está en el 10,7%, con países que la duplican ampliamente.
Esas razones han llevado a la Fed a dar un primer y tímido paso hacia la subida de los tipos de interés.
"Sin exagerar"
Su presidenta, Yanet Yellen, ha explicado que la decisión de subir los tipos por primera vez en nueve años responde a la buena evolución de la economía estadounidense aunque ha pedido no "exagerar" este primer paso ya que la política monetaria continúa siendo "acomodaticia".
La presidenta de la Fed ha incidido en que el contexto actual de la economía, con una "amplia mejora" del mercado laboral y una "razonable confianza" en que la inflación se acerque al objetivo del 2% a medio plazo, se cumplían las "condiciones" para acometer una subida de tipos.
El contexto internacional
"Hemos estado preocupados por los riesgos de la economía internacional, y pese a que esos riesgos persisten, la economía estadounidense ha mostrado una fortaleza considerable", ha subrayado Yellen en su comparecencia ante los medios. De hecho, si la subida no se ha producido antes ha sido por los problemas de China y de las economías emergentes, así como por la debilidad europea.
Respecto a las últimas caídas en los precios del petróleo, Yellen ha reconocido sentirse "sorprendida" y ha afirmado que considera que existe un "límite" en la caída de los precios del crudo. "El petróleo tiene que estabilizarse para que la inflación aumente", ha afirmado.