Barcelona no sabe cómo acabar con los sueldos de dos euros la hora que cobran algunas camareras de piso en los hoteles. El ayuntamiento, la Cámara de Comercio y los sindicatos CCOO y UGT han firmado el lunes un código ético de cinco puntos para asegurar la “calidad en la ocupación” en el turismo. El documento no contiene ninguna medida tangible a corto plazo.
El compromiso sólo sienta las bases para un “posible sello de calidad” para alojamientos y servicios turísticos con buenas prácticas laborales. ¿Está el sector por la labor? “Si el turismo se desestacionaliza, habrá incentivos para formar y mantener al personal durante todo el año”, ha admitido Miquel Valls, presidente del ente cameral.
Tasa turística
La otra medida estrella del pacto es que parte de los ingresos de la tasa turística se destinen a la formación de los trabajadores. Sin embargo, la consejería de Empresa se ha opuesto históricamente a divertir los fondos para otros menesteres que no sean la promoción de Cataluña.
En este tablero, CCOO ha alertado de que la situación de los 120.000 trabajadores del sector turístico en la ciudad “no es buena”. Juan Carlos Gallego, secretario general de la organización en Cataluña, ha admitido que los firmantes “detectan la necesidad de mejorar”.
Repartir los beneficios
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha hecho hincapié en que el compromiso busca “repartir los beneficios del turismo” entre el conjunto de la sociedad. Según la primera edil, un destino que cuide a sus empleados turísticos “será más justo y más atractivo” a ojos del visitante.
Por su parte, Miquel Valls y José María Álvarez, secretario general de UGT en Cataluña, también se han congratulado por la firma del acuerdo. Este último ha recordado que el turismo ha sido “fuente de riqueza para la ciudad, pero también fuente de precariedad laboral”.