La expansión de las finanzas islámicas en el mundo, el sistema más cercano al de la banca ética vigente en plena expansión, pone el foco en España. Los inversores de Oriente Medio y sus petrodólares hace tiempo que incluyen oportunidades de negocio nacionales en sus carteras de participaciones. Ahora, el Estado de Kuwait, a pesar de alguna mala experiencia en el pasado, da un paso más y propone que España sea el enlace entre fondos de este perfil y posibles inversiones de todo el arco Mediterráneo.
“Nadie ha puesto el foco en eso”, afirma el jefe de Investigación y Relaciones con los Inversores del Kuwait Financial House, Tariq Airfai, el principal banco islámico internacional. “España tiene una capacidad única con las finanzas islámicas”, añadió.
Perfil de España
Arfai destaca que los inversores de Oriente Medio perciben al país como un “ecosistema para las inversiones bueno, estable, positivo con los negocios, sin demasiados impuestos y con un buen programa emprendedor”. De hecho, la primera ley en este sentido se aprobó en 1996 y actualmente la iniciativa privada ejerce un papel importante en la tutela y fomento de nuevos negocios. El directivo señaló, por ejemplo, el programa que tiene en marcha Visa.
La entidad de Kuwait ha realizado “investigaciones en España” para conocer la viabilidad de un proyecto de estas características y asegura que se trata del país con más posibilidades de Europa de quedarse con la tutela de los fondos de inversión orientales.
Tipo de inversiones
Las empresas que más interesan al banco oriental son las que ya han pasado una primera ronda de financiación, la que están en la etapa de búsqueda de private equity. Es decir, compañías que lleven unos cinco años en el mercado y que busquen crecer de forma exponencial, con plantillas de hasta 100 personas, inyecciones de capital que pudieran llegar a los cinco millones de euros y que necesiten revisar su estrategia para asegurar que no mueren de éxito.
“El propietario puede elegir un vehículo convencional, en el que se te quedan la mitad de la compañía por deuda financiera y una pequeña porción de equity, por lo que se debe pagar una cantidad al mes; o a la banca islámica que sólo usa equity, hay cero endeudamiento, y va contigo como socio”, relató Arfai. Esta es la diferencia a grandes rasgos entre los dos ecosistemas financieros.
Los empresarios deberían hacer entonces una elección: ¿pagar deuda o ceder la fiscalización de la tutela empresarial a un tercero de Oriente Medio?.