“Plaga”. “Locos”. “Acto innoble”. El terrorismo yihadista que azota al Mediterráneo es el protagonista de piedra de la novena edición del encuentro de líderes económicos del MedaWeek que ha empezado este miércoles por la mañana en Barcelona con la firma de la Declaración 20 / 20, el compromiso del sector privado en impulsar el desarrollo de la región.
“La erradicación del mal sólo pasa por la justicia económica y social”, manifestó el presidente de la Asociación de Cámaras de Comercio e Industria del Mediterráneo (Ascame), Mohamed Chaucair, en la sesión inaugural. Este será el eje central de debate de 10 foros temáticos que se sucederán hasta el viernes y estarán centrados en sectores como la automoción, el sector hotelero o la banca islámica; regiones como el norte de África o el encuentro de mujeres empresarias.
Erradicar el desempleo
Chaucair insistió en que el caldo de cultivo del terrorismo en la región mediterránea es “la pobreza y la exclusión”. “La gente quiere comer y trabajar, no es un problema de democracia”, añadió el empresario libanés Founad Makhzoumi, presidente y consejero delegado de Future Pipes Group, una compañía que desde su país ha invertid en Europa cuyo trabajo ha sido reconocido en el MedaWeek. “Dale a las personas trabajo y no pensarán en unirse a movimientos fundamentalistas”, incidía.
Otro de los mensajes que transcendió de forma especial durante la sesión fue que el terrorismo yihadista no tiene nada que ver con el islam. “Algunos somos felices con la forma en que vivimos”, manifestaba Makhzoumi al reivindicarse como musulmán. “El problema es que no se ha educado a los europeos en cómo relacionarse con musulmanes fuera de Europa”, apuntaba.
Túnez mantiene su democracia moderna
La secretaria de Estado de Cooperación y Desarrollo de Túnez, Lamia Zribi, tras recibir las condolencias y el apoyo de todos los países del arco mediterráneo representados en el MedaWeek, dejó claro que el terrible atentado del martes por la noche contra la guardia presidencial no iba a cambiar ni un ápice la política del país.
Así inició su discurso: “Túnez ha sido nuevamente martirizada y es el pueblo tunecino el que sufre. Pero Túnez seguirá digno, de pie y siendo un país moderno, lucharemos para la prosperidad”.
Momento de la acción
La intervención más emotiva de la sesión vino de la mano del secretario general de la Unión para el Mediterráneo (UPM), Fathallah Sijilmassi. Afirmó que como “marroquí, magrebí y mediterráneo” vivía de forma muy personal los avances en foros como el MedaWeek y destacaba el gran reto del encuentro de Barcelona: “Se ha terminado el momento del Mediterráneo de los discursos, ahora empieza el del Mediterráneo de la acción”.
¿Qué medidas se deben impulsar? De entrada, la “cooperación regional” porque “los retos actuales no se pueden abordar con una solución nacional, se necesita una actuación colectiva”; seguido del impulso del “sector privado y los actores económicos” para ejecutar el desarrollo y la “coordinación de los esfuerzos” para establecer sinergias en el ámbito Mediterráneo.
Hacia la prosperidad
“La orilla sur se caracteriza por los altos niveles de paro, especialmente entre jóvenes y recién licenciados”, relato Zribi. El escenario es conocido en España, aunque las consecuencias en esta región son diferentes de las que, por ahora, se han vivido aquí: “Es una fuente para el terrorismo, por eso el desarrollo es clave para la prosperidad de la región”.
El consejero de Economía en funciones catalán, Andreu Mas-Colell, remarcaba en un breve discurso que no somos ajenos a la realidad de estos países. “Geográficamente estamos muy prontos a ellos, Argelia está a la misma distancia de Barcelona que Barcelona de Madrid, poco más de 500 kilómetros”, relató.
Estado Islámico, la amenaza global
El ministro de Industria, José Manuel Soria, remataba sus palabras: “El terror de Daesh nada tiene que ver con un país u otro, es una amenaza global que nos compromete a todos. Tampoco no tiene nada que ver con la religión, nos atacan porque no les gusta nuestra forma de vida y libertad”. El político canario coló la campaña electoral del 20 de diciembre en el acto tras estas palabras al repetir el discurso económico de la recuperación.
El MedWeek tiene en esta ocasión más importancia que nunca. Sus participantes, que viven en primera persona la oleada terrorista, no dudan en que hay una guerra declarada y que todos deben luchar.
“En esta unidad y cooperación o sólo se debe implicar la rivera norte y sur del Mediterráneo, se deben añadir todos los países que queremos ganar la lucha a aquellos que nos pretenden sacar la libertad. Y lo debemos hacer con el desarrollo”. Fue Soria quién concluyó la inauguración de la semana del encuentro económico con estas palabras. La batalla, al menos en la dialéctica, está en marcha.