Los bonos que el Banco Popular vendió a sus clientes en 2009 y que se han demostrado tóxicos han provocado un alud de reclamaciones de los clientes de la entidad. Como en el caso de las preferentes, los pequeños ahorradores han visto perder más del 80% de su capital inicial por no haber sido en su momento debidamente informados sobre el producto que adquirían.
La entidad bancaria, como sistema para atenuar esta crisis, negocia con sus clientes de forma personalizada para frenar las reclamaciones judiciales y llegar a un acuerdo que les evite ir a juicio. El despacho especializado en derecho bancario VAbogados, sin embargo, ha denunciado que se trata de una “campaña” y lamentan “los intentos de la entidad de evitar reclamaciones ofreciendo tabletas, créditos y revisiones de sus hipotecas”.
La entidad niega que se trate de una campaña
Crónica Global se ha puesto en contacto con la entidad bancaria, que ha negado en todo momento que se trate de una campaña. “No es ninguna campaña. Lo que estamos haciendo es una conversión de los bonos, que se inicia mañana, y entablar una negociación individual con cada cliente para compensar las minusvalías que hayan podido tener”, ha afirmado Enrique Díaz, portavoz de la entidad.
Díaz tampoco ha especificado si una de las medidas para solventar la situación con los afectados que emprende el banco es el regalo de tablets y se ha limitado a afirmar que se trata de acciones “individualizadas” en función del “perfil y la casuística” de cada afectado. “No hay acciones generalizadas, sino que se mira caso por caso”, ha zanjado.
40% de minusvalía, según la entidad
Desde la entidad también se han encargado de recordar que, en estas negociaciones individuales, se tiene que tener en cuenta “las ganancias que ha tenido el cliente con la retribución de estos bonos durante estos años”.
Según Díaz, a rasgos generales, la minusvalía “sería de un 40%” si se tienen en cuenta los beneficios que han obtenido los clientes.
El 99% de los demandantes recuperan su dinero
El despacho de abogados VAbogados insta a los clientes a reclamar ante los tribunales porque “el 99% de quienes han reclamado su inversión han recuperado su dinero".
"Son productos bancarios tóxicos que se vendieron con el cebo de una buena rentabilidad inicial pero que comportaban todos los riesgos inherentes a las fluctuaciones del mercado bursátil”, explica el socio director del bufete Santiago Viciano. Y es que lo que parecía una inversión segura de unos bonos con un interés fijo se convertía en acciones de la entidad y el inversor en accionista, con el consiguiente riesgo de pérdida del capital invertido.
A la espera de que este miércoles se efectúen las conversiones de los bonos, los afectados --que son aproximadamente unos 200.000-- deberán decidir si les satisfacen las condiciones que les ofrece el banco o si prefieren arreglarlo en los tribunales.