La factura del agua incrementará de nuevo en 2016 en Cataluña. El Gobierno en funciones liderado por Artur Mas plantea un incremento del 1,5% del canon del agua que se incluye en la factura de los clientes. De esta forma, el servicio se encarece el 0,3% por el capítulo de impuestos.
Así consta en el proyecto presupuestario de la Agencia Catalana del Agua (ACA) que se presentó la semana pasada al consejo de la empresa pública gestora de los recursos hídricos e infraestructuras asociadas. El trámite está pendiente de la aprobación final del Ejecutivo, aunque fuentes cercanas a la empresa pública indican que se trata de un trámite casi burocrático.
Incremento del 40%
La subida de los impuestos en factura sigue la tendencia del ejercicio en curso, cuando se subió otro 1,5% el canon. Se trata de las subidas más bajas de las dos legislaturas de Artur Mas como presidente de la Generalitat exceptuando 2013, cuando la tasa del agua no se tocó.
En los últimos cinco años el precio de los impuestos del agua en Cataluña han incrementado el 40%. Por su efecto en la factura que pagan los consumidores, implica una subida del coste del servicio del 8%. Se trata de uno de los valores que más ha contribuido en el incremento de los importes mensuales que se abonan por abrir el grifo.
Ejercicios con mayores subidas
El ejercicio con un mayor incremento fue 2012, cuando el canon se apuntó un repunte del 26,57%. Ese ejercicio, además, fue el primero en el que se privatizó el servicio de agua en alta al firmarse en los últimos días de 2011 la polémica concesión de Aigües Ter Llobregat (ATLL) a un consorcio liderado por Acciona.
El año siguiente, y tras las críticas de usuarios, se decidió congelar el canon vigente. Se subió otro 7,20% en 2014.
Saneamiento de las cuentas del ACA
El canon del agua va destinado a la financiación del ACA. La empresa pública que depende de la consejería de Territorio y Sostenibilidad, está inmerso en un plan de saneamiento económico desde 2011. El Gobierno indicó en 2010 que la abultada deuda que arrastraba, de casi 2.500 millones de euros, propiciaba la privatización de ATLL.
Se convocó el concurso público y se cedió el control del grupo por 50 años por 958 millones de euros, pero la única aportación económica que ha abonado el concesionario del servicio fue de 298 millones que el Ejecutivo de Mas usó para los gastos fijos de la Generalitat. La inseguridad jurídica del contrato, pendiente del Tribunal Supremo, propició que el consorcio liderado por Acciona no realizara ninguna otra aportación.
Actualmente las cuentas del ACA están saneadas, indican otros interlocutores conocedoras de las finanzas de la compañía. Al incremento del canon se le ha unido la casi nulidad de nuevas inversiones en las infraestructuras gestionadas.