Un total de 12 distribuidores internacionales de euros han plantado cara al Gobierno de Andorra y han emprendido el camino para denunciar al Ejecutivo de Antoni Martí ante el Banco Central Europeo (BCE). Las casas numismáticas de Bélgica, Alemania, Italia, Francia y España registraron el pasado 9 de noviembre demandas administrativas ante el Ministerio de Finanzas para reclamar por esta vía que se ordene la polémica venta de euros del Principado.
Las irregularidades en la venta a coleccionistas profesionales de la moneda propia andorrana hace tiempo que salieron a la luz. El mercado negro en la venta de estas divisas movía tres millones de euros en julio. Cuatro meses después, y frente a la pasividad del Gobierno del Principado según los afectados, el pufo alcanza los cinco millones.
Creación de una mafia
Los responsables y el modus operandi es el mismo que los profesionales organizados en la plataforma CCPOA denuncian desde hace meses. Fuentes de la plataforma indican que se ha creado una mafia alrededor de los euros andorranos que en muchos casos está jerarquizada. Incluye a funcionarios del gobierno, intermediarios e incluso a andorranos a título individual con carteras de monedas del Principado cuyo valor nominal es de 3,88 euros pero se venden por encima de los 70 euros en el mercado negro. De esta forma, los vendedores han obtenido unos 990.000 euros de beneficios opacos.
El Gobierno de Martí asegura que existen 32.000 juegos de colección que se debían repartir entre el mercado nacional y el internacional. El sector denuncia que sólo se han comercializado en Andorra y, de nuevo, a precios desorbitados. Por encima de los 90 euros cuando su cifra de venta oficial es de 24 euros. Es decir, el flujo de dinero opaco que se mueve en estas transacciones supera los 2,1 millones.
Alta demanda
Existe una tercera vía de compraventa opaca de la divisa: el control de monedas que se mezclaron a lo largo del primer trimestre del año con euros españoles y fueron puestos en circulación a través del Banco de España. Los numismáticos aseguran que este mercado ha movido más de un millón de euros, ya que aficionados y profesionales controlaban inmediatamente las monedas distribuidas para satisfacer la demanda de coleccionistas.
El problema de fondo es que, cuanta más polémica existe en las primeras emisiones de euros andorranos, su valor en el mercado es mayor. Para evitar que la situación se perpetúe, los distribuidores internacionales exigen al Ejecutivo que acepte que el régimen de distribución vigente es un fracaso y que distribuya sin demora carteras de las apreciadas monedas a numismáticas de todo el mundo para satisfacer la demanda y terminar con el mercado negro.
Contenido de la demanda
En la demanda remitida al ministerio liderado por Jordi Cinca, a la que Crónica Global ha tenido acceso, los numismáticos afirman que se trata de una situación “motivada y permitida por el Gobierno de Andorra” que provoca una “situación de cierre absoluto del mercado”.
El resultado: “Al no tener posibilidad de adquirir las carteras en tienda, no tiene posibilidad de elección y ve cómo se le impone un precio desorbitado del producto e incluso, el trato por parte de revendedores, muchos de ellos no profesionales”.
Demanda ante el BCE
Los miembros de la plataforma avisan de que, si el Gobierno de Martí no responde la demanda o lo hace de una forma que de largas a las medidas que se necesitan para dar un vuelco a la situación, proseguirán en la causa apelando ante el Banco Central Europeo. Está en juego incluso el permiso del Principado de seguir acuñando su propia moneda.
El Ejecutivo, por el momento, no responde a las demandas presentadas.