Todavía no está muy claro hasta qué punto hemos dejado atrás la crisis y sin embargo ya se perfilan algunas lecciones a tener en cuenta respecto a la manera en la que debemos gestionar nuestras finanzas personales. Si pretendemos tener un futuro económicamente tranquilo, todos los expertos señalan el mismo camino: el ahorro privado como colchón ante imprevistos.

Frente a esta situación, los actores financieros como los bancos o los asesores sugieren a sus clientes productos como los fondos de inversión o los planes de pensiones, como la mejor manera de asegurar este ahorro a largo plazo.

¿Seguridad al 100%?

Pero estos productos se encuentran ligados a activos variables cuyo precio puede verse afectado por eventos globales (como la crisis de China o el escándalo de Volkswagen) que ponen en peligro tanto el interés como la propia inversión.

No obstante, es posible encontrar nuevas vías para rentabilizar nuestros ahorros, sin exponer nuestro capital a las fluctuaciones de mercado. O lo que es lo mismo, conseguir rentabilizar sin asumir riesgos sobre nuestra inversión inicial.

Los conservadores

En las carteras de productos preferidos por los inversores conservadores (aquellos que prefieren el mínimo riesgo) nos podemos encontrar con deuda pública o privada, con los depósitos a plazo fijo y, en menor medida, con las cuentas de ahorro. Es decir, productos que garantizan el capital inicial invertido y aseguran cierto tipo de interés.

El principal problema respecto a la deuda en este momento es que ofrece una rentabilidad muy baja: en la subasta previa a la redacción de este artículo, el bono del Tesoro Español a 5 años ofrecía un tipo de interés marginal del 0,882%, más bajo incluso que en la anterior subasta donde consiguió un 1,028%.

Sofisticación en productos tranquilos

Sin embargo, los depósitos a plazo fijo han tomado otro rumbo. Junto a las cuentas remuneradas, se han convertido en el producto estrella de los bancos para la captación de nuevos clientes, ofreciendo rentabilidades muy por encima de la media. Es importante decir aquí que la banca también está ampliando su cartera de depósitos referenciados y combinados, que permiten alcanzar mayores tipos de interés que con los plazos fijos tradicionales, pero que conllevan niveles de riesgo mayor, poniendo en entredicho la rentabilidad final o incluso la inversión inicial.

La gestión activa de nuestras finanzas personales, utilizando los productos de ahorro como vehículo de inversión, puede permitirnos alcanzar tipos de interés de hasta un 3,65%, pero únicamente si se hace la elección correcta. Recordemos que los tipos medios de interés de las cuentas a la vista y de los depósitos a plazo se encuentra en un 0,13% y un 0,38%, respectivamente.

Guía sobre el riesgo

Por este motivo HelpMyCash ha elaborado una guía gratuita sobre cómo realizar inversiones seguras, donde se explican los tipos de riesgos a los que se expone nuestro dinero y la manera de evitarlos utilizando productos de ahorro como plazos fijos o incluso cuentas nómina que ofrecen una excelente remuneración.

En esta guía se explica detalladamente cómo realizar esta gestión de nuestros ahorros, estableciendo cinco supuestos diferentes (según el capital del que se pueda disponer), en los que se llega a alcanzar hasta un 3,65% TAE con total seguridad. También podremos conocer cuáles son las mejores alternativas para inversiones de 5.000 euros, 10.000, 50.000, 100.000 y o más. Conseguir la máxima rentabilidad con el mínimo riesgo para nuestros ahorros es posible y está a sólo un click de distancia.