Francisco y Jon Riberas son dos empresarios con un patrimonio que, según la revista Forbes, ronda los 3.200 millones de euros. Apenas son conocidos. Su exposición mediática es mínima. Sin embargo, controlan desde el País Vasco un enorme conglomerado industrial y energético bajo el nombre de Gonvarri-Gestamp.
Ahora también son los nuevos socios de referencia de Abengoa, una empresa de ingeniería, construcción y energías renovables que está llevando a cabo una profunda reconversión después de que los bancos exigieran la cabeza de su anterior presidente ejecutivo Felipe Benjumea.
Reestructuración pendiente
Abengoa ha iniciado la reestructuración de sus negocios, reduce deuda y vende activos para hacer frente a todo eso. En paralelo, la compañía española amplía capital y es justo ahí donde aparecen los hermanos Riberas para pilotar el futuro inmediato del grupo. Son la séptima fortuna española y cuentan con un grupo industrial presente en el sector del acero, la seguridad vial y los componentes para automoción y para las energías renovables.
La bolsa ha reaccionado de inmediato a la entrada de Gonvarri en Abengoa. La acción se ha puesto de color verde de forma inmediata.