La dirección del Gran Teatre del Liceu de Barcelona ha aceptado in extremis la propuesta de mediación del Tribunal Laboral de Cataluña para terminar con el nuevo conflicto laboral latente en la institución. De esta forma, espera llegar a un pacto con sus trabajadores que evite que se pare la actividad durante 42 días en el centro y se pierdan dos millones de euros.
La cúpula, encabezada por Roger Guasch, alertó de que la pérdida de los ingresos previstos con la estrena de Benvenuto Cellini (que se estrena este domingo) y dos conciertos de Riccardo Muti sería insostenible para la delicada situación económica de la institución. El teatro está en pleno plan estratégico para asegurar su viabilidad. Ha dejado atrás su momento más delicado, pero la vigilancia con los gastos y las medidas para conseguir nuevos ingresos estará vigente hasta 2017.
Incrementar los ingresos públicos
Para convencer al comité de empresa, encabezado por CGT, la mediación pública propuso avanzar el retorno de las pagas extras de la plantilla de 2013, 2014, 2015, 2016 y 2017 en seis años de forma periodizada. La primera liquidación se daría a partir del primer trimestre del año próximo. Hay una condición: que las administraciones públicas incrementen las aportaciones al Liceu.
La dirección del teatro reclama desde hace tiempo que los ingresos por esta vía incrementen, pero admiten que hasta después de las elecciones generales y la formación de un gobierno en firme en Cataluña es complicado que el Ministerio y la Consejería de Cultura suban su aportación.
Vista judicial
En el caso de que la plantilla acepte la propuesta de mediación, el Liceu se compromete a retirar la demanda judicial presentada para que la huelga se declare ilegal. El proceso sigue su curso en la sala de lo Social de los tribunales de Barcelona. Por el momento, la justicia no ha suspendido la huelga de forma cautelar como le solicitó la dirección del teatro, pero ha aceptado valorar la situación a fondo.
El comité de empresa aún no se ha pronunciado.