La resolución del conflicto de Aigües Ter Llobregat (ATLL) es uno de los grandes temas que deberá asumir el próximo gobierno catalán por el volumen económico de la concesión (995 millones de euros en 50 años) y la indemnización mínima (326 millones) que deberá pagar la Generalitat a la actual gestora del servicio, un consorcio liderado por Acciona, el banco de inversión portugués BTG y un grupo de inversores catalanes.
Las cartas están sobre la mesa, pero los actores de la pugna judicial que se remonta a 2012 intentan mantener un perfil bajo a la espera de quién toma el relevo al Ejecutivo en funciones de Artur Mas.
Zanjar la polémica antes
El panorama político actual de Cataluña podría zanjar la polémica incluso antes de que el Tribunal Supremo ratifique o corrija la sentencia del pasado verano del TSJC que apoyó las tesis del Tribunal Laboral Catalán del Sector Público (antigua Oarcc) y anuló la concesión. De hecho, el procés incluso abre la puerta a que no se tuviera en cuenta la futura decisión del Supremo si se ha iniciado la desconexión de España reclamada desde las filas independentistas.
Fuentes cercanas a las corrientes separatistas aseguran que la desobediencia planteada a la justicia estatal no se refiere a pugnas administrativas de este perfil, que ni acercan ni alejan a la Generalitat de proclamar el ansiado estado propio que plantea la mitad del Parlament.
Para resolver el conflicto antes, la mayoría de los partidos independentistas (ERC y CUP) prefieren recuperar la titularidad pública de la gestora de agua en alta e indemnizar con lo que le corresponda a la gestora. Aquí se abrirá una nueva pugna judicial por la cuantía que debería recibir la gestora del servicio.
Perfil bajo
Pero, por el momento, no se tiene a un interlocutor claro en el Palau de la Generalitat y Acciona y sus socios en ATLL apuestan por mantener el perfil bajo.
Tanto, que incluso el propio personal de la gestora de agua en Cataluña rehúyen más que nunca de los focos mediáticos. Así ocurrió este martes en la sesión inaugural de la segunda edición de unas jornadas técnicas impulsadas por la Generalitat, la Agencia Catalana del Agua (ACA) y ATLL sobre innovación y desarrollo en el agua de consumo humano.