Los principales bancos del mundo han aceptado que uno de los sofisticados productos financieros que estuvieron vendiendo durante años era tramposo. Y por ello pagarán 1.638 millones de euros a los inversores que les llevaron a los tribunales.

La banca admite que conspiró para fijar los precios y limitar la competencia en el mercado de swaps de incumplimiento crediticio, un seguro que suscribían los inversores en deuda soberana o corporativa para cubrirse del riesgo de impago o de quiebra del Estado o la empresa emisores de los bonos.

JPMorgan, Morgan Stanley y Barclays

A la cabeza de esa banca de inversión manipuladora figuran JPMorgan Chase, Morgan Stanley y Barclays, que se harán cargo de más de la mitad de la cantidad acordada extrajudicialmente.

Los detalles del acuerdo fueron revelados en documentos presentados en la noche del viernes, hora de Estados Unidos, ante una corte federal en Manhattan, un mes después de que el pacto fuera anunciado por primera vez.

Los doce más grandes

A JPMorgan le tocan 524 millones, 202 a Morgan Stanley y 157 a Barclays. Entre los acusados en el caso también figuran Bank of America, BNP Paribas, Citigroup, Credit Suisse, Deutsche Bank, Goldman Sachs, HSBC, Royal Bank of Scotland y UBS.

El mercado de estos swaps llegó a mover más de 51.000 millones en 2007, según el Banco de Pagos Internacionales, pero se contrajo a una cuarta parte siete años después debido a que los inversores huyeron de ellos.

La exposición de la gran aseguradora American International Group Inc a los swaps de incumplimiento crediticio, que se convirtieron por sí mismos en objeto de inversión y cuyo precio oscilaba en el mercado, fue uno de los factores que forzaron su rescate en 2008.