Jack Dorsey, que recientemente ha sido nombrado consejero delegado de Twitter, ya está tomando sus primeras decisiones de calado para garantizar la viabilidad de la red social. Va a reducir un 8% la plantilla total de la empresa, lo que significará eliminar 336 empleos. Twitter registró en el primer semestre del año unas pérdidas de 299 millones de dólares (unos 189 millones de euros), una cantidad parecida a la del mismo periodo del año anterior.
"Hemos tomado una decisión muy difícil", explica Dorsey en un email enviado a la totalidad de la plantilla, que ha divulgado este martes Comisión de Bolsa y Valores de los EEUU. Dorsey informa a los trabajadores de Twitter de que la empresa tiene la intención de despedir a "un máximo de 336 personas de toda la compañía, con el objetivo de "avanzar en la reestructuración de nuestra fuerza de trabajo" para situar a la empresa en el camino del "crecimiento".
Los ingenieros, los más afectados
Los despidos afectarán especialmente a los ingenieros, según la comunicación de Dorsey a los trabajadores. "Estamos convencidos de que la ingeniería se moverá mucho más rápido con un equipo más pequeño y ágil", afirma el CEO de Twitter en su comunicado a la plantilla. Precisa, no obstante, de que este departamento seguirá representando "el mayor porcentaje de nuestra fuerza de trabajo". El resto de los departamentos también se recortará "en paralelo", explica Dorsey.
El objetivo de Twitter es reinvertir los ahorros logrados con estos despidos en sus áreas centrales, con el fin de impulsar su crecimiento. La compañía estima que el gasto total por reestructuración estará entre los 5 millones de dólares (4,39 millones de euros) y los 15 millones de dólares (13,17 millones de euros) y se incluirán en su mayor parte en el trimestre finalizado el 31 de diciembre de 2015.
Hasta 13 milones de gasto
Twitter estima que el gasto total de esta reestructuración se situará entre los 5 y los 15 millones de dólares (de 4,39 a 13,7 millones de euros), a computar en su mayor parte en el último trimestre del año.
"Esto no es fácil, pero es lo correcto", resume Dorsey. Que proclama que "el mundo necesita un Twitter fuerte", y que la decisión de reducir la plantilla es "otro paso para lograrlo".