La Comisión Europea le ha puesto las cosas difíciles a Mariano Rajoy a poco más de dos meses de las elecciones generales del 20 de diciembre. Bruselas ha reclamado al Gobierno central que modifique “lo antes posible” los Presupuestos Generales del Estado para el próximo ejercicio porque ve riesgos de que España incumpla los objetivos de reducción de déficit comprometidos para 2015 y 2016.
Según la previsión del Ejecutivo comunitario, el déficit global del país se quedará en el 4,5% de PIB en el ejercicio en curso y se reducirá hasta el 3,5% el año próximo. “Con lo que se incumpliría el objetivo de corregir el déficit excesivo a más tardar en 2016”, ha indicado en un comunicado.
Previsión del avance del PIB irreal
El principal problema de los Presupuestos aprobados en solitario por el PP gracias a su mayoría absoluta es que son “optimistas” en cuanto al crecimiento estimado. El Ejecutivo español contempla una expansión económica del 3,3% para el ejercicio en curso, mientras que Bruselas y el propio FMI aseguran que se quedará en el 3,1%.
Se trata de una cifra positiva, de las más avanzadas de la zona euro, pero no llega a lo que se ha incluido en las cuentas públicas y ello modifica el cuadro macroeconómico, con lo que el desvío del objetivo es mayor. Es decir, las cuentas no son reales.
Espaldarazo a Moscovici
La nota emitida este lunes avala la tesis que avanzó el comisario de Economía, Pierre Moscovici, hace una semana en un desliz. Entonces, la precipitación del socialista francés provocó el enojo público del ministro español del ramo, Luis de Guindos, que inició una defensa a ultranza de las cuentas pública y presionó para que la Comisión no tirara por tierra las proyecciones que incluyó en las cuentas para el próximo año.
El enfado de España fue tan mayúsculo que el presidente del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, de la misa familia política que Rajoy, decidió dar más tiempo al Colegio de Comisarios para debatir profundamente sobre los quintos presupuestos firmados por el aún presidente español. La institución comunitaria ha tardado más, pero ha mantenido la conclusión: las cuentas españolas no son reales con el límite del déficit.
Moscovici se ha impuesto a De Guindos y en la rueda de prensa celebrada este lunes para dar a conocer el informe, ha manifestado que esperan "las cifras de las regiones y entonces comprobaremos si la brecha se ha cubierto, pero en el momento en el que estamos hablando ese desvío del 0,3 % está presente",
Más recortes
Rajoy, Guindos y el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, deberán ponerse ahora manos a la obra para rehacer los presupuestos y aprobarlos antes de disolver las Cortes y convocar formalmente las elecciones generales del 20 de diciembre.
Para alcanzar los objetivos de déficit deberá incluir más recortes de los previstos inicialmente, algo que el PP intentó evitar con todos los medios para que las medidas no se le giraran en su contra durante la campaña electoral. Parece que no podrá evitar coger de nuevo las tijeras para cumplir con el mandato de Bruselas: un déficit del 4,2% en el ejercicio en curso y 2,8% en 2016. Antes, deberá remitir de nuevo las cuentas a la Comisión Europea con los datos de las Comunidades Autónomas, hecho que podría incrementar el desvío por encima del 4,5% previsto inicialmente por los propios incumplimientos de las regiones.
El debate fiscal está de nuevo abierto, así como las críticas sobre la precipitación del Gobierno en dejar como herencia al próximo Ejecutivo el presupuesto aprobado para su ejecución. Queda pendiente conocer cuál será la partida que recibirá el ajuste.