Sigue coleando el caso de los motores trucados de Volkswagen. La policía alemana está registrando la sede central de la multinacional en Wolfsburg, junto con otros centros de la empresa en Alemanía. La operación, ordenada por la Fiscalía de Brunswick (Baja Sajonia), tiene como objetivo encontrar pruebas que ayuden a dilucidar quién o quiénes fueron los responsables del fraude.
El caso del trucaje en los motores de Volkswagen estalló a mediados de septiembre, cuando se supo que la multinacional alemana instaló un software en algunos de sus modelos diésel que manipulaba los datos de sus emisiones contaminantes en Estados Unidos, para ajustarse fraudulentamente a los límites legales.
Consecuencias en los parquets y los despachos
Tras conocerse el fraude, la multinacional sufrió una fortísima caída en bolsa, y su presidente, Martin Winterkorn, fue relevado por Matthias Müller.
La crisis en Volkswagen puede afectar también al futuro de Seat. La multinacional que la compañía revisará todas las inversiones previstas y “cancelará o aplazará las que no sean estrictamente necesarias”.