Corría el año 2000 y Rodrigo Rato Figaredo era el vicepresidente económico español. Un año antes, BBVA, el banco que preside Francisco González, había condonado a una empresa de la familia del vicepresidente una deuda de 312.000 euros.

La persona que realizó de manera personal tanto el perdón del dinero pendiente de pago como la concesión de nuevos créditos (seis millones por un lado para una compañía inmobiliaria de los Rato y 1,4 millones de euros para cancelar otra deuda con BBVA de 965.000 euros) fue el director general de Riesgos del banco, según ha desvelado Okdiario.com.

Hombre de confianza de FG desde Argentaria

En la investigación periodística del medio, en la que se aportan documentos internos de la entidad con intercambio de instrucciones, se deja probado que Pedro Luis Saiz Ruiz era el hombre de confianza de González. De hecho procedía, como él, de Argentaria, antigua entidad de banca pública que fue privatizada por el Gobierno de José María Aznar y luego fusionada con el BBV. Durante los primeros años fue el responsable de manejar los riesgos contraídos del banco y facilitó créditos como los de Rato con la única garantía señalada de “Don Rodrigo”.

González nunca ha ocultado que accedió a la presidencia de la banca pública tras la llamada de Rodrigo Rato, unos meses después de que él hubiera vendido su agencia de cambio y bolsa por una importante cantidad de dinero.

Poco tiempo después Argentaria se fusionó con el BBV en términos de igualdad, pero tras el estallido del escándalo de las cuentas secretas que tenían en el paraíso fiscal de Jersey varios miembros del consejo de administración del banco vasco, González pasó a ocupar la presidencia de la entidad, el BBVA.

Propietario de la antigua red catalana de cajas

Hoy, Francisco González (conocido como FG en los ambientes financieros de la capital) ha logrado una amplia penetración en el mercado financiero catalán gracias a dos sucesivas adquisiciones de grupos de cajas de ahorros intervenidas por el Estado a la vista de sus dificultades financieras. Primero tomó el control de la maltrecha Unnim (cajas de ahorro de Sabadell, Terrassa y Manlleu) y del grupo de Catalunya Caixa (formado por las cajas de Manresa, Tarragona y la propia CX).