El nuevo modelo de iPhone 6S y iPhone 6S Plus han conseguido una nueva meta en la ingeniería de la telefonía móvil: ser resistentes al agua, o casi. Pese a ello, Apple no ha querido revelarlo en su campaña de marketing dado que aún no ha se ha alcanzado la meta en su total plenitud y por los inconvenientes que podría suponer.
El nuevo terminal móvil presenta una tecnología que los hace mucho más resistentes -pero no 100%- a los daños líquidos que sufren los anteriores modelos, según los informes de iFixit. El nuevo mecanismo consiste en una placa construida con un material de impermeabilización.
Impermeabilizar la parte interna
La mayoría de los otros teléfonos resistentes al agua se centran en la protección de los puertos externos, en lugar de la electrónica interna. En este sentido, la tecnología utilizada por Apple es toda una revelación.
Aunque está lejos de ser verdaderamente resistente al agua, hay un montón de videos que muestran los nuevos modelos de iPhone de forma que “sobreviven” al agua. Lo que sorprende ahora es que la compañía estadounidense no haya mencionado nunca esta función --a diferencia de Samsung y Sony, quienes defendieron la resistencia al agua como características clave de algunos teléfonos recientes--.
Desde la perspectiva de la psicología del consumidor, tiene sentido que Apple haya optado por mantener el silencio. Una vez que le dices a la gente que su teléfono es resistente al agua, inevitablemente expondrán sus teléfonos a diversos líquidos para comprobar la veracidad de la afirmación.