El Grupo Zeta encara su nueva etapa. El grupo de comunicación liderado por la familia Asensio ha conseguido sumar a dos nuevos socios a su proyecto que han facilitado la refinanciación de los 120 millones de deuda con la banca acreedora pero con un nuevo conflicto laboral latente y el desembolso de capital a título personal.
La operación final ha propiciado la subrogación de casi todos los activos de la sociedad Ediciones Primera Plana a una nueva mercantil, El Periódico de Catalunya SL, a la que se han sumado los nuevos accionistas y nace con una deuda de tan sólo 60 millones. Según los datos del Registro Mercantil, esta compañía ha hecho una ampliación de capital de 97.000 euros que ha elevado el resultante suscrito hasta los 100.000 euros. A ellos se le debe sumar la prima de emisión, cuyo importe total no ha sido desvelado e impacta directamente a los fondos propios de la empresa.
Cuatro socios
Al final, Grupo Zeta controlará el 86% de la nueva compañía a través de Ediciones Primera Plana. El 16% restante se reparte entre tres socios. Los Asensio han anunciado que aportan recursos propios de la familia para la nueva etapa del holding. Otra de las sagas de los medios de comunicación del país, los Lara, han entrado en el capital del grupo pero con una participación mucho más pequeña de la inicialmente prevista (pretendían controlar el 23% de la propiedad) que se articula al margen del Grupo Planeta. Los herederos de José Manuel Lara han cumplido con una de las últimas voluntades de su padre, pero con un riesgo patrimonial acotado y que se vehicula a través de su SICAV.
El tercer actor de la operación se encuentra en México. Se trata del empresario Domingo Muguira, fundador de Cafetelera Sanroke y hombre de negocios en el mundo editorial de su país. Era íntimo del fallecido Antonio Asensio Pizarro y ha echado un capote a su hijo en la operación comercial, según fuentes conocedoras del proceso.
Regulación en ‘Sport’
El principal problema de la nueva etapa del grupo de comunicación es que se inicia con un conflicto laboral. Primero, porque el grupo ha concluido esta semana el período de negociación de una nueva regulación laboral en el deportivo Sport sin acuerdo con los sindicatos del diario.
Ahora, la empresa dispone de aproximadamente un mes para decidir si aplica el enésimo recorte de gastos en esta sociedad. El plan que el comité de empresa rechazó no pasa por despidos, sino por la modificación sustancial de las condiciones de trabajo.
La dirección de Ediciones Primera Plana pretendía cambiar los horarios, rebajar los salarios y eliminar los complementos económicos que reciben los cargos intermedios que han sido relegados de sus funciones directivas por pérdida de confianza de la cúpula pero a los que se les mantenía la categoría y, en consecuencia, la retribución. La idea sería hacerlo mediante la aplicación del controvertido artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores tras la Reforma Laboral de Fátima Báñez.
Subrogación de la plantilla
El resto de los trabajadores del grupo están en alerta desde que se inició el proceso. Reconocen que, tradicionalmente, el Sport ha sido una especie de laboratorio de pruebas de los recortes aplicados en el conjunto del grupo por sus características, ya que no llega al centenar de empleados en una compañía donde trabajan más de 1.300 personas. Temen que se intente aplicar la misma reestructuración en el resto de medios del Grupo Zeta.
Además, el comité de empresa de El Periódico de Catalunya, el activo más importante del holding, ha emitido un comunicado interno en el que recomienda a los 220 periodistas que están en plantilla en el diario que no firmen un documento que la dirección les ha presentado en el que manifestarían estar de acuerdo con la subrogación de la plantilla de Ediciones Primera Plana a El Periódico SL.
Grupo Zeta, responsable subsidiario
Los sindicalistas reclaman a Antonio Asensio Mosbah que, igual que ha hecho con la banca acreedora, el Grupo Zeta firme una cláusula para convertirse en responsable solidario en el caso de futuros conflictos económicos. Es decir, los trabajadores reclaman una protección de las condiciones laborales que ostentan actualmente.
La cúpula del grupo ha rechazado este extremo, indican los mismos interlocutores. Ya ha ejecutado la subrogación de los trabajadores de Ediciones Primera Plana a El Periódico SL, pero se puede encontrar con que el grueso de los empleados del rotativo se oponga a aceptar la medida.
El comité de empresa estudia qué otras acciones puede ejercer para proteger los intereses laborales de la plantilla además de negarse a firmar el documento.