Volkswagen perseguirá a los culpables de alterar las emisiones de sus vehículos en EEUU

Volkswagen intenta pasar página al escándalo que protagoniza tras salir a la luz que engañó a la agencia de Estados Unidos que regula la protección del medio ambiente (EPA, por sus siglas en inglés) al instalar en varios modelos Audi y Vokswagen diésel un programa informático diseñado para esconder las emisiones reales de los vehículos. Se ha frenado la venta de estos coches.

El presidente del consejo de administración y consejero delegado del grupo, Martin Winterkorn, manifestó este lunes, cuando las acciones de la compañía caen el 22%, que inician una investigación externa para perseguir a los culpables de las irregularidades.

El gigante de la automoción, que superó a Toyota en el primer semestre en vehículos entregados, reconoció que era culpable y que el grupo “se toma muy en serio” la denuncia de la EPA y el Consejo del Aire de California (CARB) de que se aprecian “manipulaciones” en los coches vendidos.

Confianza del público

Winterkorn manifestó a través de un comunicado que siente una “profunda tristeza” por haber "roto la confianza de los clientes y del público". Aseguró que toda la compañía cooperará “en todo con las agencias, con transparencia y urgencia, para esclarecer de forma clara, abierta y completa todos los hechos de este asunto”.

El ejecutivo alemán aseguró que “no tolerará violaciones de ningún tipo”. Reconoció que la crisis de EEUU pone en jaque la confianza del público en los vehículos de todo el grupo de automoción, que entre otras marcas incorpora la española Seat, y que lucharán para mantener “el principal activo” de la compañía.

Revertir el daño

“En Volkswagen haremos todo lo que haya que hacer para recuperar la confianza que mucha gente ha puesto en nosotros, y haremos todo lo necesario para revertir el daño causado"”, señaló. Esta será su prioridad y la de todo el consejo de dirección de la firma.