La banca española ha advertido de que podría abandonar Cataluña en caso de secesión. Y hay precedentes en otros países en que no ya la secesión, sino solo la mera amenaza de que se produjera llevaron a los bancos a abandonar un territorio. Es el caso de uno de los espejos del soberanismo catalán, el Quebec.
Según recordaba Financial Times hace un año , en vísperas del referéndum independentista en Escocia, los principales bancos canadienses trasladaron sus sedes de Montreal , la capital de Quebec, a Toronto tras la victoria del independentista Partido Quebequés en las elecciones regionales de 1976.
Cuatro años después de esa victoria nacionalista se celebró el primer referéndum sobre la independencia del Quebec, en el que ganó claramente el 'no'. No obstante, los bancos que se trasladaron a Toronto ya no volvieron, y en 1980 "solo una de las ocho mayores entidades financieras de Canadá tenia aun su sede central y era dirigida desde Montreal", según explicaba Financial Times.
El diario británico recordaba que incluso el emblemático Banco de Montreal (BMO) tiene hoy en día, de facto, su cuartel general en el centro financiero de Toronto, y no en la ciudad que le da nombre y donde está registrado nominalmente.