El número tres de eDreams, Pablo de Porcioles, ha dejado el grupo de forma sorpresiva esta semana. Su marcha se justifica por la voluntad del ejecutivo de “iniciar nuevos proyectos”, según un comunicado que la dirección del grupo ha remitido a la plantilla.
Por el momento, el escueto documento es la única referencia que se ha realizado respecto a la salida de Porcioles. Su trabajo era clave en el grupo, ya que era el director de desarrollo de negocio, publicidad y comunicación. Sus responsabilidades iban desde coordinar la promoción de la firma tanto en medios tradicionales como en on line, que cada vez tienen más peso en la estrategia de la firma; supervisar los nuevos productos que se lanzan al mercado; coordinar el trabajo de sponsor de la compañía y, lo más importante, fiscalizar que el negocio iba en buena dirección.
Plaza vacante
La principal ejecutiva del grupo desde el pasado enero, Dana Dunne, aún no ha comunicado si se apostará por un relevo en clave interna o se incorporará a un nuevo ejecutivo externo a la compañía para que tome el testigo de Porcioles. Por el momento, la plaza está vacante, aunque fuentes cercanas a la compañía prevén que no por mucho tiempo.
La marcha del directivo se enmarca en la estrategia de Dunne de marcar su propio perfil en eDreams, según los mismos interlocutores.
Conflicto laboral
Los primeros meses como principal gestora de la compañía han estado protagonizados por el conflicto laboral en el seno de una de las dos filiales con las que opera en España, eDreams International Network. Precisamente, el área en la que Porcioles tenía mayor influencia ya que aglutinaba los departamentos de marketing, a los comerciales de hoteles y vuelos y a los departamentos de recursos humanos, finanzas o gestión del fraude, entre otros.
La compañía se vio obligada a rectificar algunas decisiones, como la de despedir de forma fulminante al candidato y virtual ganador (sólo había una candidatura) que iba a encabezar el nuevo comité de empresa en la filial.
El conflicto laboral que se generó propició un cambio en los asesores legales de la firma. La compañía rescindió el contrato que mantenía con el bufete Cuatrecasas Gonçalves Pereira y firmó un nuevo acuerdo con Garrigues en julio.