Al final, sólo la gran banca aplicará la comisión de dos euros por utilizar sus cajeros automáticos a los no clientes. Caixabank empezó en marzo, el BBVA había previsto hacerlo el lunes próximo y el Santander en octubre.

El resto de los bancos han respondido a la iniciativa de estas tres entidades --23.000 terminales, el 44% del parque total-- con pactos defensivos.

El 35% del sistema

Así, Euro 6000, el sistema de medios de pago y administrador de los cajeros de sus entidades asociadas, está a punto de firmar con Bankia y el Banco Sabadell un acuerdo de colaboración para no aplicar comisiones a los clientes respectivos por la utilización de sus dispensadores de billetes. Tampoco las de la tasa de intercambio que se cobran ahora.

Sí podrán cobrar, en cambio, a los clientes del Santander, BBVA y Caixabank que utilicen sus cajeros.

El acuerdo alcanzará a casi 18.000 cajeros, en torno al 35% del total. En algunas comunidades autónomas, como Galicia, Asturias, Aragón y Madrid, esa cifra se acerca al 50%.

Los bancos on line

Aún hay algunos aspectos por concretar, como también está por definir la vinculación de Evo Bank al pacto. El hecho de carecer de red propia complica su participación.

ING también está cerrando un acuerdo con el Banco Popular para que los tres millones de clientes del banco naranja puedan utilizar gratis los 2.700 cajeros del banco español.

El banco holandés es el que saldrá más perjudicado por el cobro de los dos euros. Ha renunciado a reponérselos a sus clientes. Pero, a la vez, es el banco de “cero comisiones”, como reza uno de sus eslóganes. Casi no tiene cajeros, pero los necesita más que ninguna otra entidad.

Pactos entre los grandes

Aunque sin confirmación oficial, Caixabank podría no aplicar la comisión de los dos euros a los clientes del BBVA, que haría lo mismo con los del banco catalán. El Santander podría sumarse al acuerdo.

De cerrarse el pacto en esas condiciones entre los tres grandes, además del acuerdo en el que participa el Banco Sabadell, el resultado final efectivo de la nueva política de comisiones sería en realidad un coste adicional para la banca sin oficinas y sin cajeros, la banca on line.

Y un aviso para navegantes dirigido a las grandes empresas tecnológicas como Google y Apple en sus respectivos aterrizajes en el negocio bancario.