El aeropuerto de La Seu d’Urgell (Lleida) ha pasado de ser un aeródromo minoritario en la red catalana ha convertirse en el objeto de deseo de dos aerolíneas: Air Andorra y Andorra Airline Flights. Situado en el Alto Pirineo catalán, la infraestructura propiedad de la Generalitat de Cataluña (gastó 2,9 millones en su reforma en 2010) es el aeropuerto más cercano para llevar a pequeños grupos de turistas a Andorra, a media hora en coche.
Ambas compañías están interesadas en operar pequeños vuelos para llenar las pistas de esquí andorranas en invierno y que la oferta natural de la zona sirva para atraer a viajeros en verano. La competencia entre ambas ha empezado con un objetivo muy claro: empezar a operar antes. Quien flete el primer vuelo comercial de La Seu d’Urgell (el último despegó en 1984) dispondrá de una ventaja competitiva frente al otro.
Con la temporada de invierno a la vuelta de la esquina, Air Andorra intenta “ganar agilidad” para que la compañía no sufra nuevos retrasos burocráticos, según fuentes internas de la compañía. El ingeniero José Borras se ha quedado como administrador único de la sociedad y el grupo de inversores catalanes que apuestan en poner en marcha la aerolínea desde 2013 se han distanciado de la gestión directa.
Pendientes de la licencia de Aviación Civil
Inicialmente, el proyecto estaba liderado por el dueño del centro comercial más conocido en el Principado, Pyrénnées, Patrick Pérez Pradere. El retraso primero en poner en marcha el aeropuerto, cuya operatividad se alcanzó al inicio del ejercicio, y la lentitud en conseguir una licencia de Aviación Civil española propiciaron que se apeara del proyecto. Iniciaron los trámites con el organismo dependiente del Ministerio de Fomento hace un año y medio y aún no se la han facilitado. El tiempo media de espera suele llegar a los dos ejercicios.
Interlocutores cercanos al grupo de inversores catalanes que mantienen el apoyo a Air Andorra reconocen que están “desesperados para poner la aerolínea en marcha”. Este verano se iniciaron las operaciones de prueba y esperan que el vuelo inaugural tenga lugar en otoño.
Dos aeronaves
El último tema pendiente de solucionar es la adquisición de una segunda aeronave. Los mismos interlocutores señalan que el análisis del mercado al que quieren llegar propicia disponer de dos aviones desde el primer día.
Andorra Airline Flights también cuenta con dos aeronaves para iniciar los vuelos. Se trata de dos aviones de pequeñas dimensiones (de cómo mucho 40 plazas) cuyo renting ha corrido a cargo de otro grupo de empresarios catalanes que han apostado a título individual por el proyecto.
Operaciones regulares en diciembre
La previsión inicial es empezar a operar como aerolínea regular el próximo diciembre, pero no se descarta despegar antes si todos los papeles están en orden antes de lo previsto, manifiestan fuentes conocedoras del proyecto.
La compañía está apoyada por un grupo de inversores árabes e israelís y su gestión directa corre a cargo de uno de los implicados en el caso Mercurio, Jorge Soriano, ex representante del PP en la ciudad de Sabadell (Barcelona). El entorno de ex presidente del Barça Joan Laporta también participa en la iniciativa.