Airbnb ha dado su brazo a torcer. La plataforma de alquiler de alojamientos turísticos más importante del mundo recaudará finalmente una tasa turística en los establecimientos que usan su servicio en la capital de Francia, París.
El grupo aplicará un recargo de 0,83 euros por noche y persona en las transacciones que cierre que remitirá directamente al Ayuntamiento de la capital gala, liderado por la socialista Anne Hidalgo, donde controla 50.000 alojamientos. El proceso será automático y se extenderá de manera gradual a otras ciudades de Francia.
Modelo que se estudia en Barcelona
El modelo ya se ha implementado en Ámsterdam, Hamburgo, Milán y algunas ciudades de Estados Unidos. En España, la plataforma ha iniciado negociaciones para pagar la tasa turística que se cobra en Barcelona y evitar así nuevos problemas con la Generalitat de Cataluña.
El Gobierno de Artur Mas multó con 1.500 euros a Airbnb en septiembre de 2014 por continuar con su actividad y mantener publicidad de las habitaciones ofrecidas en Barcelona. Dos meses antes, le había aplicado una sanción de 30.000 euros al considerar que el modelo de negocio era ilegal.
Negociación en Grancia