El Gobierno liderado por Mariano Rajoy ha condicionado la negociación que la Generalitat de Cataluña mantiene con tres aerolíneas asiáticas interesadas en operar rutas con el aeropuerto de El Prat. El mensaje que el Ministerio de Fomento, liderado por Ana Pastor, ha mandado a través de AENA es claro: el Ejecutivo dará el visto bueno a la creación de las nuevas rutas sólo si su destino final es Madrid.
Barcelona, la ciudad que recibe el 55% de los visitantes japoneses y el 70% de los indios que viajan a la Península Ibérica, quedaría relegada a ser una escala en el trayecto.
Reunión en Tokio
El secretario de Territorio y Movilidad catalán, Ricard Font, manifestó el pasado enero que se habían iniciado los contactos con las compañías Japan Airlines (JAL) y Air India para mejorar la conectividad con Asia desde El Prat. El reconocimiento público de la apertura de las conversaciones despertó el interés del gran rival de la aerolínea nipona, el grupo también con sede en Tokio All Nippon Airways (ANA), indican fuentes cercanas a la negociación.
El pacto con las dos compañías japonesas es el más avanzado. Representantes de la consejería de Territorio se reunieron hace pocas semanas en Tokio con altos directivos de JAL y ANA, pero no cerrarán ningún acuerdo hasta que el Gobierno central no desbloquee la situación. Oficialmente, la Generalitat se limita a indicar que la negociación “avanza a buen ritmo”.
Destino más caro
La estrategia de convertir el aeropuerto de Barcelona en una escala parece satisfacer a todas las partes. Las aerolíneas conseguirían llegar a la capital catalana, aunque resulte más caro al tener que añadir millas a la ruta; El Prat ganaría nuevas conexiones internacionales y Fomento se saldría con la suya: a todos los efectos, el destino del trayecto sería Madrid.
Si JAL y ANA abren las nuevas rutas con éxito, Air India copiará la estratagema, indican los mismos interlocutores. El gigante de Star Alliance (igual que ANA, JAL está integrada en Oneworld) estudia desde hace años operar en El Prat. En verano de 2011 incluso contempló compartir códigos con Spanair para usar Barcelona como base para enlazar Asia con América Latina. El proyecto nunca llegó a buen puerto y la compañía catalana con capital público quebró poco después, en enero de 2012.
Air India estudia operar con dos destinos
Ahora intenta llegar a Barcelona con sus propios medios. De hecho, la demanda que ha detectado es tan alta que ha puesto sobre la mesa de negociación operar con un doble destino desde casi el primer momento, Nueva Delhi y Bombay.
En este caso, el Gobierno incentiva a la compañía con otro valor: facilitar más visados a los ciudadanos de la India que quieren llegar al país si los vuelos terminan en Madrid. “Se trata de una estrategia de chantaje total”, sentencian las fuentes consultadas, que recuerdan que es el Ministerio de Asuntos Exteriores quien tiene capacidad para facilitar los títulos de movilidad turística.