A la espera de que se resuelva el conflicto, fuentes andorranas recuerdan que la Banca Privada d’Andorra, el banco de la familia Cierco, mantiene a 20 gestores de la entidad suspendidos de empleo, pero no de sueldo.
La mayoría de trabajadores de BPA están a punto de sellar un convenio con un organismo estatal que podría dar salida a su actividad bancaria.
Los gestores suspendidos por BPA son los mismos que podrían aparecer afectados en parte o de forma total con las denuncias que la Fincen realizó en su día sobre prácticas contrarias a las leyes de blanqueo de capitales que rigen en el Principado andorrano.
Planes pactados
La semana pasada, el colectivo de trabajadores pactó con el organismo encargado de resolver las crisis financiera del país (Areb) un plan de contingencia laboral que establece cuáles serán la bajas y cuáles las recolocaciones.
Mientras la familia Cierco, propietaria de BPA, sigue adelante con sus reclamaciones legales, lo cierto esque cualquier modificación deberá establecier en el ámbito de la jurisdicción penas y cicil.