Los problemas de Coca-Cola Iberian Partners en la reestructuración de negocio en España han añadido un nuevo capítulo en los boicots a la compañía. El Ayuntamiento de Oviedo ha asegurado que renuncia a la subvención de 40.000 euros que la compañía liderada por Sol Daurella le ofrecía para organizar las fiestas locales de San Mateo, que se celebran en septiembre.
La colaboración era importante, se repite desde hace años y significa una de las partidas privadas más cuantiosas para la fiesta local. Pero la queja por el cierre de la planta embotelladora de Colloto, en las afueras de la ciudad, y la petición de readmisión de los empleados afectados se ha impuesto en la balanza. La decisión de la junta directiva de la Sociedad Ovetense de Festejos (SOF) aún no es definitiva, aunque el tripartito que ostenta la mayoría en el Ayuntamiento --IU, PSOE y Somos, la marca local de Podemos-- apoya la moción.
Tercer boicot municipal
Es la tercera ocasión en que la embotelladora española de Coca-Cola se encuentra en esta tesitura. Anteriormente, el Ayuntamiento de Zaragoza, encabezado por Pedro Santisteve de Zaragoza en Común, la marca local de Podemos, y el de Getafe, gobernado por Sara Hernández (PSOE), manifestaron que piensan revisar los acuerdos de patrocinio que la compañía estadounidense mantiene con los consistorios.
Los trabajadores acampados en la puerta de la embotelladora de Fuenlabrada, la planta más contestataria frente a la reestructuración, manifiestan que mantendrán la búsqueda de apoyos sociales para que la compañía “cumpla las sentencias”, en palabras del sindicalista de CCOO Juan Carlos Asenjo. Los trabajadores reivindican que aún no han sido readmitidos en la factoría, tal y como decretó la Audiencia Nacional.
Precedente para la fusión europea
Trabajadores a título individual han reclamado a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena (Ahora Madrid, Podemos) y a la presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes (PP), que hagan lo propio y se unan a una protesta que también ha tenido su efecto en los supermercados. La compañía no ha reconocido ninguna repercusión del boicot en sus ingresos, aunque la filial siempre es muy parca en todo lo que se refiere a información económica.
El salto a la cotización bursátil que implica la integración europea incrementará obligatoriamente la transparencia de la compañía. Coca-Cola European Partners (los Daurella controlan un 19% del capital) ejecutará su OPV en la Bolsa de Madrid en mayo, será la operación más importante del año según los expertos e implicará que se gane un puesto inmediato en el Ibex 35. También dará el salto al Ámsterdam Euronext y New York Stock Exchange.
Superaría por capitalización a Caixabank
Los folletos aún no han sido publicados, aunque se estima que el valor de la nueva sociedad en la bolsa española alcanzará los 28.000 millones de euros. Sí se ha reconocido que la facturación será de 11.500 millones al cierre de 2015, los beneficios antes de impuestos (Ebitda) llegarán a los 1.900 millones y las ganancias operativas a casi 1.500 millones. Es decir, será uno de los 10 principales valores del selectivo nacional.
Si los números se confirman, superaría en capitalización a Caixabank (casi 23.500 millones). Las otras cinco compañías que le superarían están muy por delante de su valor: Inditex supera los 100.000 millones y es el gran grupo del Ibex, seguido de Banco Santander (casi 90.000 millones), Telefónica (68.500), BBVA (casi 59.000) e Iberdrola (48.800).
El escenario para la integración europea dibuja un futuro muy optimista para el negocio de los socios españoles. Antes, se debe dar carpetazo definitivo al conflicto laboral en España. Es una responsabilidad de la mano derecha de Daurella, Victor Rufat, el ejecutivo que se encargará también de la integración de las embotelladoras en todo el continente.