Los trabajadores de Valeo han conseguido este miércoles que la Generalitat escenificara lo que lleva días anunciando: que se pone de su lado en la lucha para evitar el cierre de la factoría de Martorelles (Barcelona).
El comité de empresa de la factoría se ha reunido con el consejero de Empresa, Felip Puig, y ha conseguido el apoyo sin fisuras del Gobierno para evitar una decisión que se debe ejecutar antes de las vacaciones, según denuncia la plantilla.
Reuniones infructuosas
La empresa no ha dado su brazo a torcer y mantiene que para ser viable debe cerrar la planta catalana y unificar la actividad en el centro productivo que está en Zaragoza. La cúpula ha pasado por el momento de las peticiones de la Generalitat para que le reporte el plan social con el que cuenta para mitigar el impacto del cierre e incluso puedan analizar ambos medidas alternativas para asegurar la continuidad de la factoría. Se reunieron el pasado viernes, pero sin llegar a ningún acuerdo.
De hecho, ni siquiera informó a los responsables públicos de las relaciones laborales catalanas de que iba a presentar un expediente de regulación de empleo (ERE) de extinción que afecta a la totalidad de la plantilla.
Decisión política
Los empleados han denunciado que la decisión de bajar la persiana en Martorelles no se fundamenta en una cuestión productiva. Argumenta que la dirección se va a Zaragoza por una cuestión política.
Los trabajadores empezaron una huelga indefinida hace una semana para denunciar su situación laboral.