La filial estadounidense de la textil catalana Dogi ha propiciado una buena noticia para la compañía al cierre del primer trimestre. La dirección del grupo, encabezada por Ignasi Maestre, ha anunciado una reducción de sus pérdidas del 54%.
La compañía sigue en números rojos, pero han pasado de presentar un giro de -2,43 millones de euros en los primeros seis meses de 2014 a tan sólo -1,11 millones, según los datos remitidos a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Menor resultado bruto
Las ventas se situaron en los 22,03 millones, el 28% más que el ejercicio anterior. El resultado antes de impuestos (Ebitda), que se quedó en los 239.000 euros frente a los 939.000 euros conseguidos en el primer trimestre de 2014.
La facturación en España se redujeron sensiblemente hasta los 5,98 millones de euros. Dogi justifica la reducción por el “estancamiento en el mercado europeo” y destaca que se ha compensado por la cifra de negocio de Elastic Fabrics of America.
ERE y plan de viabilidad
Dogi mantiene el plan de viabilidad que se inició en el segundo semestre de 2014, cuando el fondo de inversión Sherpa Capital ya había desembarcado en la histórica compañía del Masnou (Barcelona). Para superar la quiebra en la que estaba, los nuevos propietarios del grupo revisan todos los procesos para “optimizar la estructura de la compañía y mejorar su posicionamiento competitivo”.
El recorte de gastos fijos implicará la salida de 35 personas de la planta de producción española. Dogi ya ha presentado el expediente de regulación de empleo (ERE) ante la autoridad laboral y ha acordado con el comité de empresa las condiciones del despido forzoso.