Los comerciantes de Barcelona denuncian la actitud del ayuntamiento, que a su juicio tolera la actividad ilegal del top manta en el centro de la ciudad. Los botiguers acusan al consistorio de haber relajado la lucha contra la venta de copias de artículos de marca.
“El ayuntamiento había asegurado a las organizaciones comerciales, dice la Confederació del Comerç de Catalunya (CCC) en una nota, que las actuaciones de la Guardia Urbana mantendrían el nivel operativo que se iba aplicando y serían contundentes, pero los hechos demuestran lo contrario.”
Sin justificación posible
Las razones sociales no pueden justificar la permisividad frente a la “explotación de personas en situación irregular” de ese negocio, que ofrece una imagen “lamentable de ciudad tercermundista”, dicen los comerciantes: “Dejar de actuar perjudica a los ciudadanos, el comercio y el turismo, y los mismos manteros”.
Por eso, CCC reclama la persecución de esta actividad con el empleo de la Guardia Urbana y de los Mossos.