Vodafone quiere despedir hasta 1.300 de sus empleados en España, el 21% de la plantilla total, una operación que la compañía telefónica enmarca en el proceso de integración de estructuras tras la compra de Ono.
La empresa ha convocado para el 1 de septiembre a los representantes de los trabajadores para iniciar el proceso de consultas, que en principio debe prolongarse durante un mes.
En el marco de la integración
Entre los motivos que justifican los dos procedimientos de despido colectivo abiertos --al afectar a Vodafone España y Vodafone Ono-- se incluyen, además de las redundancias generadas por la integración de ambas organizaciones, la caída de ingresos y del resultado bruto de explotación (Ebitda) de ambas compañías en los últimos años, acompañada de una fuerte inversión en redes de nueva generación, que exige mayores niveles de eficiencia.
Para la empresa, el ajuste de plantilla es "un paso necesario" dentro del plan de integración y forma parte de las iniciativas abordadas para lograr que la organización resultante sea eficiente y competitiva.
Ganar competitividad
En este sentido, explica que las iniciativas diseñadas para ganar en competitividad están relacionadas con los proyectos orientados a incrementar la eficiencia y reducir costes, entre los que se incluyen el uso de la red de fibra de Ono en la transmisión de la red móvil de Vodafone, la migración de los clientes de móvil de Ono a la red de Vodafone, la optimización del canal de distribución, el esfuerzo sostenido para reducir los costes operativos, las ganancias de eficiencias de los 'call centers' derivadas del mejor servicio y la integración de los sistemas de Ono y Vodafone.
Redimensionar la compañía
En el marco de las iniciativas anteriores, el ajuste de empleo es para la empresa "una medida necesaria para dimensionar la nueva compañía de forma adecuada y poder competir con éxito en un entorno muy exigente".
Vodafone adquirió ONO en 2014 por 7.200 millones de euros. Aunque la británica consolidó en sus resultados 400 millones de pérdidas de ONO, aunque luego se descubrió que en realidad eran de 642 millones. En diciembre del año pasado, Vodafone ya anunció que reduciría la plantilla entre 600 y 1.800 personas.
La multinacional británica ha demandado al antiguo presidente de ONO, José María Castellano, y otros dos directivos de la compañía por un asunto relacionado con la liquidación de impuestos antes de la venta.