Endesa tuvo un beneficio neto de 870 millones de euros en el primer semestre del año, lo que supone un aumento del 17,1% respecto al mismo periodo de 2014, pese a haber tenido prácticamente los mismos ingresos, 10.314 millones frente a los 10.280 del periodo anterior. Y pese a que en ese periodo aún disponía de negocio en Latinoamérica, vendido al final del ejercicio a su casa matriz, la italiana Enel.
En términos homogéneos, es decir, contemplando exclusivamente el resultado del negocio en España y Portugal en ambos periodos, el incremento del beneficio alcanza el 56,6%.
Activos en certificados de CO2
Por su parte, el resultado bruto de explotación (Ebitda) se situó en 1.934 millones, un 16,3% superior al del primer semestre de 2014, como consecuencia fundamentalmente del reconocimiento del valor de los certificados de CO2 y del impacto del borrador de Real Decreto sobre retribución de la generación en los sistemas extrapeninsulares.
Asimismo, el resultado neto de explotación (Ebit) creció un 35,1%, hasta los 1.262 millones, debido, según la compañía, al alargamiento de la vida útil de las centrales nucleares y de los ciclos combinados desde el 1 de octubre de 2014.
La deuda financiera neta de Endesa a cierre de junio se situó en 4.992 millones de euros, con un descenso de 428 millones respecto de la existente a 31 de diciembre de 2014.