El fenómeno outlet ha experimentado en los últimos años una fase de rápido crecimiento en nuestro país. La crisis económica que ha golpeado a España es uno de los factores clave que explican esta iniciativa, ya que, en tiempos de vacas flacas, el ahorro ha pasado a ser un hábito en la conducta del consumidor.
Ahora este fenómeno ha llegado al pan de la mano de un empresario catalán, Francesc Altarriba, que ha abierto un establecimiento --llamado Espai Llesca-- en la que se vende pan de calidad y, al mismo tiempo, low cost, de precio razonable para toda clase de consumidor.
Espai Llesca se encuentra en Manlleu (Barcelona) y, además de pan tradicional, se puede adquirir pan cortado a rebanadas a un precio muy económico. Calidad y precio van de la mano en este establecimiento porque se rige por las reglas de la economía de escala, por la que el coste por unidad disminuye a medida que la cantidad del producto aumenta.
Sin desperdiciar un kilo de pan
En el local de Altarriba el pan se elabora expresamente a diario y se vende a rebanadas en bolsas de plástico para garantizar su conservación en la nevera o en el congelador sin que se ponga duro o blando. Con ello, explican, “se consigue no derrochar ni una miga”, “fomentando a la vez un consumo responsable”.
Además, este outlet de pan se orienta hacia el autoservicio y con el objetivo de que “los propios clientes busquen y escojan entre distintas opciones de tamaños, bolsas de diferente gramaje, panes de diferentes sabores y hasta packs de bollería”.
Su precio supone otra revelación para los clientes, a partir de los 0,35 euros.
Un negocio basado en la Responsabilidad Social
Este experto en pan pertence a una primera generación de empresarios adheridos al programa de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) de Cataluña y se caracterizan por la “sensibilización social”, promoviendo una nueva forma de economía donde el triunfo de la empresa significa "el triunfo de la sociedad".
Y es que en un contexto de contención económica los low cost de alimentos han venido para quedarse y, en palabras de Altarriba, surge como “una nueva alternativa” para muchas familias que buscan, por encima de todo, el “factor social” además de la “calidad” del producto.