Casi la mitad de la morosidad de las comunidades de vecinos está generada por personas que no quieren pagar -–no es que carezcan de recursos-- y por bancos y sociedades inmobiliarias, que tampoco quieren hacerlo.
En 2014, sólo el 51% de los morosos eran accidentales, que es como les denominan los administradores de fincas cuando quieren referirse a vecinos que tienen problemas económicos sobrevenidos que les impiden hacer frente a sus obligaciones. Un año antes representaban el 46%.
Profesionales de la mora
El segundo grupo de no pagadores --el 25% el año pasado y el 35% en 2013-- son los intencionales (o profesionales): quienes pudiendo pagar no lo hacen. El tercero lo constituyen las entidades financieras, sociedades inmobiliarias y organismos públicos --24% el año pasado, frente al 19% en 2013--, que tampoco quieren hacer frente a sus obligaciones. Normalmente, se trata de empresas que se han encontrado con esos inmuebles en sus balances de forma no buscada: embargos y carteras sin salida.
Según el cuarto estudio del Observatorio Comunidades de Propietarios, la morosidad creció el 3,15% el año pasado. Castilla-La Mancha fue donde más lo hizo, el 8,8%, mientras que Cataluña, con un 1,18%, fue donde menos.