La venta de periódicos desciende a un ritmo de dos dígitos en Cataluña

Cataluña no parece ya territorio propicio para el negocio tradicional de prensa. Menos todavía si el centro de edición del medio está situado fuera de Barcelona. Así lo demuestran los últimos datos de difusión y ventas de junio auditados por la Oficina de Justificación de la Difusión (OJD), que señalan un desplome de dos dígitos en la difusión de cabeceras clásicas como El País, El Mundo, La Razón y ABC.

El rotativo del grupo Prisa es el que peor tendencia ha marcado en suelo catalán. Su difusión en junio pasado fue de 17.810 ejemplares diarios, lo que supone el 23,56% menos que justo un año antes. Si se analizan las ventas en quiosco la situación no es mejor: vendió 13.335 unidades, el 18,14% menos que en junio de 2014.

El diario más leído en España, sin embargo, tampoco es el único que atraviesa dificultades en el mercado. El rotativo La Razón, que dirige el periodista barcelonés Francisco Marhuenda, sólo colocó en los quioscos 2.918 ejemplares, el 23,53% inferior a la cifra que registraba en 2014. En similar situación se hallan El Mundo (4.582 unidades, el 17,10% menos) y Abc (2.252 vendidos, el 18,26% menos).

¿Problema de origen?

Coincide que los diarios editados en Madrid son quienes peores cifras acumulan en la primera mitad de 2015. En cambio, tampoco los rotativos barceloneses pueden cantar victoria, al contrario. El que más ejemplares distribuye a través del kiosco sigue siendo El Periódico de Catalunya, con 43.514 diarios. Pero si se comparan sus ventas con las que realizaba hace justo un año el retroceso es superior al 12%. En los tiempos en los que la cabecera de Grupo Zeta logró el máximo liderazgo de la prensa catalana su difusión estimada superaba de largo los 200.000 ejemplares diarios. Fue a mediados de los 90.

La Vanguardia, de Grupo Godó, vende 31.594 ejemplares. En junio del pasado año vendía el 10,78% más. Si se analiza la difusión se mantiene líder en Cataluña con 133.861 unidades, el 5,66% menos que un año antes. Las mediciones de difusión están en clara discusión en el sector, puesto que a los diarios que se venden en el kiosco se añaden las suscripciones, las ventas en bloques de ejemplares y los acuerdos comerciales con instituciones que permiten a los editores la distribución casi gratuita de sus productos en ferrocarriles, autobuses, expositores de eventos, etcétera.

Ni la ideología vende

¿Es el independentismo un buen negocio editorial? Tampoco parece que las cifras de OJD corroboren esa tesis. De hecho, diario ARA no llega a los 8.000 ejemplares vendidos y también retrocede con respecto a 2014, justo el 13,62%. No parece que el diario de las familias Carulla y Rodés logre con su línea editorial combatir el general frenazo que la prensa tradicional vive en toda España. Además, ARA no ha conseguido convertirse en el medio hegemónico en ese segmento de pensamiento. El Punt Avui le supera en el punto de venta: 9.140 ejemplares y, paradójicamente, el único que logra mejorar con respecto a 2014, el 1,53%.