La economía española sigue evolucionando favorablemente y los hogares españoles empiezan a percibir los efectos de esta recuperación iniciada en 2014. La crecida del PIB, que aumentó en el primer trimestre de este año un 2,7% en términos interanuales, es un ejemplo de la buena dinámica que ha adoptado la economía española.
Este aumento se debe a la considerable mejoría de la demanda interna, especialmente a la relativa al consumo de los hogares (un 3,5%), y al crecimiento de la inversión, que alcanzó un 6% en el mismo periodo, según ha publicado la consultoría inmobiliaria internacional CBRE a través de un informe llamado 'Barcelona MarketView Oficinas'.
Esta mejora del consumo propiciada por la mejora de la situación de la economía de las familias y sus optimistas previsiones se le suma, además, el incremento de importaciones (7,4% de crecimiento anual) sin que las exportaciones hayan relantizado su actividad (5,7%).
Más afiliados en la Seguridad Social
Si se observa en función de los sectores económicos destaca una tendencia al alza de todos ellos, salvo las actividades relativas al sector primario como es la Agricultura. También la construcción experimenta un crecimento del 5,8% en el primer trimestre, tras un largo periodo de deterioro.
Según señala el informe, “el mercado de trabajo comienza a sentir los efectos de este aumento de actividad”, que han repercutido favorablemente en el número de personas empleadas y en los datos de afiliación a la Seguridad Social.
Los indicadores corroboran la consolidación económica
“Los indicadores adelantados de actividad muestran que la economía española sigue creciendo a un ritmo elevado, en consonancia con la mejoría constante de las previsiones a corto y medio plazo”, prosigue el informe, que sin embargo, no se detallan aún los efectos que podrían tener factores externos como la situación griega y su incidencia sobre las economías periféricas.
En este sentido, afirman que “la dinámica es indudablemente positiva”, a la espera de cómo se desarrollen los acontecimientos externos como el caso griego.
Por lo que respecta al indicador del IPC, vuelve a “ligeras” tasas de crecimiento tras varios meses de variación negativa debido, entre otras cuestiones, al precio del petróleo.