Los jefes de Estado y de Gobierno de la eurozona han logrado este lunes un acuerdo sobre el futuro de Grecia, que abre la vía a la negociación de un tercer rescate para la economía griega a cambio de una estricta condicionalidad, que incluye reformas inmediatas y "mucho más duras", en palabras de un alto funcionario.
Los jefes de Estado y de Gobierno del euro han retirado del texto final la amenaza de una salida temporal del euro de Grecia si no concluían con éxito las negociaciones.
Las condiciones de Alemania
"Como ha funcionado el plan A, no ha hecho falta el plan B", ha zanjado la canciller alemana, Angela Merkel, en una rueda de prensa, en la que ha asegurado que Berlín no trató de imponer este escenario a Atenas, sino que se trataba de una propuesta que los griegos no quisieron aceptar.
Entre las principales concesiones de Tsipras está la aceptación de reformas más exigentes que las que rechazaron los griegos en el referéndum, por lo que fuentes del Gobierno heleno recuerdan que el primer ministro no tiene mandato para ir tan lejos y debe someter el resultado a los parlamentarios.
El fondo de privatizaciones, el último escollo
La participación del FMI, que Atenas ha intentado sin éxito vetar, está asegurada en el nuevo programa, aunque no se ha aclarado de qué modo. Otro escollo hasta el último momento, según las fuentes consultadas, ha sido el fondo de privatizaciones que finalmente se creará en Grecia para vender bienes públicos por valor de 50.000 millones de euros, con la idea de reducir parte de la deuda.
Este fondo, que quedará bajo la supervisión de las instituciones europeas, es también una imposición de Alemania, a la que se resistían las autoridades griegas porque dudan de que se puedan movilizar más de 17.000 millones de euros. El FMI tampoco considera realista la cifra y apuntaba a 7.000 millones de euros al año, según fuentes europeas.
La unanimidad europea
El acuerdo se ha logrado por "unanimidad" de los 19 países del euro y contempla un paquete de medidas "serias" y un apoyo financiero, según ha indicado el presidente del Consejo y presidente de las cumbres del euro, Donald Tusk, en una rueda de prensa.
El anuncio ha trascendido primero a través de los perfiles de varios primeros ministros en Twitter, minutos antes de que abrieran los mercados europeos a las nueve de la mañana. Las bolsas han reaccionado tímidamente. Poco después de las 11, ya más animado, el Eurostoxx se acercaba a una ganancia del 2%.
"En este compromiso no hay vencedores ni vencidos", ha asegurado el presidente del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, que en los últimos meses jugó un papel de mediador, pero que ha estado ausente en las varias reuniones restringidas entre Tusk. Merkel, Tsipras y Hollande durante la madrugada del lunes.