La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha abierto la puerta este lunes a crear una tasa turística en la capital a imagen y semejanza del impuesto que se cobra en Barcelona. El quiopo municipal de Podemos plantea incluirla en el presupuesto de 2016, aunque "todavía no está decidido", tal y como ha avanzado el concejal de Economía, Carlos Sánchez Mato, tras la primera comisión ordinaria del área.
"Estamos en la fase inicial", ha reiterado. Ni siquiera ha planteado quién lo cobraría (si el ayuntamiento o la comunidad) o cómo se distribuiría entre las administraciones y el sector. El gobierno municipal avisa que antes de crearla debe estudiar tanto su legalidad como su operatividad. Lo mismo ocurre con la implementación del impuesto a los cajeros, que también está sobre la mesa del equiopo de Carmena.
Críticas a Colau
Esta sería la única política en materia turística que Carmena plantea copiar de Barcelona. "No va a haber moratoria turística", manifestó la semana pasada en referencia a la primera medida emprendida por su homóloga en la capital catalana, Ada Colau.
Añadió que su intención no pasa por "ahogar" la iniciativa privada de los apartamentos turísticos sino compatibilizarlos con la solidaridad de los impuestos; unas declaraciones que sentaron como un jarro de agua fría en plaza Sant Jaume, ya que suponen un dardo lanzado desde el Ejecutivo local que menos esperaban que criticara sus iniciativas.
Relación con las patronales
Para más inri, la alcaldesa de Madrid dio un espaldarazo al grupo que trabaja en estudiar vías para relanzar la actividad turística de la ciudad y está constituido por el Ayuntamiento y la patronal local, CEIM (adscrita a CEOE).
Colau ha marcado distancias y mantiene una relación fría con la organización empresarial homóloga en Cataluña, Foment del Treball, una de las más poderosas dentro de la gran patronal española.