Los ministros de Economía y de Finanzas de la eurozona tendrán que hacer un hueco en sus debates sobre Grecia para votar este lunes al nuevo presidente del Eurogrupo para los dos próximos años, puesto al que aspiran su actual titular, el holandés Jeroen Dijsselbloem, y el ministro español Luis de Guindos.
La votación ya fue aplazada el mes pasado y ha dejado poco margen para nuevos retrasos, ya que el mandato actual de Dijsselbloem expira en la medianoche del 20 de julio. España tampoco baraja un nuevo retraso en el plazo, porque cree que no jugaría a su favor.
Un reconocimiento a las reformas de Rajoy
Mariano Rajoy ha defendido la candidatura de Guindos como una forma de reconocimiento a los esfuerzos en reformas y ajustes asumidos en los últimos años por España para salir de la crisis económica y retomar la senda del crecimiento.
España, además, sostiene que cuenta --o contaba-- con importantes apoyos en el Eurogrupo, incluido el de Alemania. El apoyo cerrado del Gobierno español a las posturas alemanas en las negociaciones con Grecia podría estar relacionado con la candidatura del ministro español.
Pero el primer ministro holandés, Mark Rutte, también ha defendido públicamente a su candidato y ha asegurado que cuenta con el apoyo de un peso relevante del Eurogrupo.
Una gestión con altibajos
Dijsselbloem fue elegido presidente del Eurogrupo en enero de 2013 con el único voto en contra de España. Tras un fuerte tropiezo inicial en la gestión del rescate de Chipre --en el que en un primer momento se impusieron quitas a los depósitos de menos de 100.000 euros, que teóricamente cuenta con garantía en la UE y luego se rectificó-- su gestión ha sido valorada positivamente por la mayoría de estados miembros, en particular en las negociaciones con Grecia.
Sin embargo, las últimas semanas de la crisis griega han empañado su imagen e incluso Francia, uno de los países que le respaldaban, ha dejado ver su malestar por considerar que no ha hecho lo suficiente para recomponer las negociaciones tras el referéndum.